Los expertos señalan que en invierno debemos evitar la temible depresión porque las condiciones climatológicas influyen en nuestra actividad y tienen una incidencia real en cómo percibimos lo que nos rodea. Organizar la alimentación, hacer ejercicio, disfrutar de nuevos planes o de una "tarde de peli y manta" pueden ayudarnos a concebir la llegada del frío como una nueva etapa de la que se pueden extraer experiencias positivas.

Nuestro organismo debe adaptarse a las bajas temperaturas, la humedad, las calefacciones, etc. Estos factores nos afectan a todos los niveles y producen distintas alteraciones como, por ejemplo, sequedad ocular y de la piel.

¿Qué hacer?

Para afrontar correctamente esta situación, las medidas más básicas serían:

1. Cuidar la alimentación. Se considera necesario eliminar toxinas y depurar la grasa acumulada. Es importante seguir una dieta personalizada y hacer un tratamiento depurativo a base de alcachofas (porque son desintoxicantes y lo mejor es aportarlas de manera natural), el consumo de probióticos (para renovar la flora intestinal saludable y fundamental para el organismo) e infusiones (como el diente de león o el hinojo). Incluir en tu dieta diaria alimentos ricos en vitaminas como las frutas y verduras de temporada (uvas, granadas, coliflor, brécol, setas, etc.) y evitar los platos precocinados y los refrescos para mantener altas tus defensas. Recurre a los tradicionales "platos de cuchara" como las lentejas o la sopa que constituyen unos reconstituyentes muy potentes.
2. Aplicación de terapias manuales. Se recomiendan las que estimulen la circulación sanguínea y linfática (masajes específicos, por ejemplo), ya que así se favorece la eliminación de toxinas y la depuración del organismo. Acude a un profesional cualificado
3. Atención a tu piel. Cuida especialmente tu cara, ya que estará sometida directamente a las bajas temperaturas propias del invierno. Es importante hidratarla y protegerla utilizando cremas adecuadas que aporten elementos imprescindibles para regenerar la piel e iluminar la tez. Protege también tus labios para evitar que se "corten" con el frío. Y no olvides salir a la calle con un buen fator de protección.
4. Cuida tu pelo. La fragilidad capilar se asocia también a esta época y existen numerosos tratamientos que cumplen con el objetivo de mejorar la situación y ayudan a recuperar la vitalidad perdida. Mascarillas hidratantes, compuestos nutritivos, lociones reconstructoras, cortes adecuados, colores orgánicos, etc. aplicados por un buen profesional resultan imprescindibles para devolver la salud al cabello.
5. Haz ejercicio. No es imprescindible acudir al gimnasio (aunque esté indicado) pero sí lo es hacer ejercicio habitualmente. Patinar, jugar al baloncesto, al tenis, nadar, etc. son opciones interesantes que casi todos podemos practicar y no requieren un gran desgaste físico. Si tienes algún problema de salud concreto, consulta a tu médico antes de elegir.

Acude al médico ante la aparición de cualquier problema de salud, pues es el único capacitado para resolverlo. Es el momento de los catarros y las gripes, pero si sigues sus indicaciones lo superarás con seguridad.