Durante el primer trimestre de embarazo tiene lugar un aumento de estrógenos, progesterona y de la hormona estimulante de los melanocitos y los glucocorticoides que causa la pigmentación de la piel. Se ven afectados los alrededores del ombligo, las areolas del pecho, las axilas, la cara interna de los muslos y los genitales. También puede producirse la aparición de nuevos lunares, pecas y oscurecimiento de cicatrices que suelen mejorar tras el parto.

A partir del tercer mes se presenta una especie de mancha marrón difusa en la cara, especialmente en las mejillas, el labio superior y la frente que se denomina cloasma o melasma y que presentan hasta el 50% de las mujeres. Es fundamental evitar que le de el sol, por lo que debemos usar siempre cremas solares protectoras con un factor alto. Suele desaparecer tras el parto y, si no lo hace, puede tratarse con cremas despigmentantes que deben ser recetadas por el dermatólogo.

Si se perciben cambios de color o forma en algún lunar o la aparición de nuevos, debemos consultarlo, pues, aunque no suele ser nada problemático, es importante que los vea el especialista.

Las estrías son frecuentes en ombligo, pecho, caderas y muslos. Influye la genética, los cambios hormonales, el aumento de peso y el estiramiento de la piel. Para prevenirlas son útiles las cremas antiestrías con colágeno y elastina y mantener la piel bien hidratada para favorecer su elasticidad.

Las varices se deben a cambios vasculares (lo mismo que sucede con las hemorroides) debido a la compresión que ejerce el útero aumentado de tamaño y provocando la dilatación de las venas. También influye la dieta inadecuada, estar de pie en exceso o pasar mucho tiempo sentada. En algunas gestantes pueden aparecer pequeños vasos sanguíneos dilatados en cara, pecho, brazos y hombros. Estas alteraciones suelen remitir tras el parto, pero debe verlo el médico.

En algunas mujeres aparece más vello en la cara, piernas, espalda y ombligo a partir de la semana 20 de gestación. Suele remitir tras el parto y no se recomienda tratarlo antes de ese momento.

A nivel de la boca, suele producirse el sangrado y la inflamación de las encías. Los especialistas recomiendan mantener una buena higiene, utilizando los productos adecuados y realizar visitas periódicas para controlar el estado de las piezas dentales y evitar problemas.

Otras posibilidades incluyen la aparición de pequeñas verrugas en la piel del cuello y axilas y el incremento de la sudoración en todo el cuerpo. Esta situación suele revertir tras el parto.

Puede ser necesario que cambies los productos cosméticos que utilizas habitualmente. Hay mujeres que optan por una nueva crema hidratante, maquillaje, champú, gel de baño, etc. que se adapta mejor a esta situación vital. Elige con tranquilidad y pide consejo a los asesores profesionales del punto de venta. Una buena opción es acudir a una farmacia y que te asesore el farmacéutico.

Consulta todas tus dudas con el especialista (médico, ginecólogo, etc.).