Ingenieros del Departamento de Biología de la Universidad de Bath (Reino Unido) encabezados por el Dr. Nuno Reis (que pertenece al Departamento de Ingeniería Química), han dado a conocer el nuevo test que han desarrollado para diagnosticar la presencia de una infección en el tracto urinario, el cual utiliza la tecnología del análisis de imagen por computadora.

Y, concretamente, las imágenes suministradas por la cámara de cualquier smartphone, las cuales ya hace tiempo que tienen la suficiente definición como para ser útiles en este tipo de tareas.

Lo que hace este test es identificar la presencia de la bacteria E.coli en una muestra de orina, empleando un principio similar al de las pruebas de embarazo: pasando la muestra de orina por una tira de plástico micro-capilar que contiene un anticuerpo inmovilizante capaz de reconocer a las células bacterianas de E.coli.

Si encuentran alguna de estas, los anticuerpos de los reactivos se unen con ella, impidiendo que se cuele a través de la tira de plástico. Finalmente, se utiliza una enzima que provoca un cambio de color tal, que puede ser recogido por la cámara de fotos/vídeo de un smartphone convencional, siendo la imagen analizada por una app, ya que detecta e identifica las células de forma óptica, sin utilizar los métodos microbiológicos actualmente empleados por este tipo de pruebas.

Todos los beneficios de la rapidez

La nueva prueba sólo tarda unos 25 minutos en dar resultados, un tiempo considerablemente menor que los pocos días que requiere un test estándar actual para dar resultados. Estos resultan muy precisos, pero lentos.

Gracias a la disponibilidad del resultado en menos tiempo que con los tests clásicos, es posible emprender antes el tratamiento a los pacientes, tomando mejores decisiones respecto al uso de antibióticos.

Y es que la disponibilidad de los resultados hasta ahora, con días de diferencia, conducía muchas veces a recetar antibióticos potencialmente innecesarios, lo cual redunda en que las bacterias incrementen su resistencia a los tratamientos.

Junto a este factor, el hecho de que en muchos lugares las comunicaciones no son precisamente buenas, por lo que la inmediatez de los resultados es de una gran ayuda. Y a un precio inferior a los que requieren de un laboratorio para poder ser realizados.

Ello sirve de gran ayuda en regiones remotas con acceso difícil o en países en vías de desarrollo. Además, el test es de fácil operativa, por parte de personal con los conocimientos básicos necesarios, y se realiza allí donde se encuentran los pacientes, ahorrando en desplazamientos.

Y, para el futuro, será posible adaptarlo para que sea capaz de detectar una variedad de infecciones bacterianas.