El sobrepeso es uno de los problemas más frecuentes que nos encontramos en adultos de 25 a 60 años. De hecho, uno cada dos adultos muestra un peso que está por encima de lo recomendable. Además, la obesidad se presenta con más frecuencia en el caso de mujeres que en hombres. Esa es la razón por la que muchas personas se aferran a cualquier solución que les prometa perder peso de forma rápida y efectiva.

Una de estas soluciones hace referencia a las dietas milagro, que los expertos no recomiendan por diferentes motivos. En primer lugar, tienden a dejar con hambre a las personas que la llevan a cabo y, en segundo lugar, provocan el temido efecto rebote, lo que conlleva una recuperación extra de los kilos perdidos.

Ahora bien, existen otros métodos alternativos que nos pueden ayudar a eliminar esos kilos de más sin que sea necesario pasar hambre. ¿Quieres conocerlos?

Dietas bajas en carbohidratos

Este tipo de dieta consiste en reducir el consumo de carbohidratos y azúcares. Al hacer esto, la sensación de hambre disminuye, haciendo que se consuman menos calorías. Este tipo de alimentación es efectiva para perder peso y puede resultarnos más fácil de seguir. Sea como sea, la idea es obtener energía a partir de las grasas almacenadas en vez carbohidratos, potenciando así la salud del metabolismo.

De la misma manera, una dieta baja en carbohidratos reduce el nivel de insulina, por lo que los riñones eliminan el exceso de agua y sodio, reduciendo la hinchazón. Según algunos expertos en nutrición es posible perder 4 o más kilos durante la primera semana. Incluso es posible comer carbohidratos saludables un día a la semana.

Alimentación basada en vegetales, grasas y proteínas

Una dieta sana y equilibrada debe contar con grasas, proteínas y vegetales bajos en carbohidratos. Lo recomendables es hacer unas 3 comidas diarias e incluso añadir una más en caso de tener más apetito.

Si comemos mucha proteína, el gasto de calorías aumenta. Además, contribuye a reducir los excesos y picar entre horas. Los alimentos ricos en proteínas son las legumbres, la soja, los huevos, la carne de cerdo, cordero y pollo, así como diversos pescados como la trucha y el salmón.

La verduras bajas en carbohidratos contienen vitaminas, minerales y mucha fibra. Algunas de las más utilizadas para bajar de peso son el repollo, la lechuga, el pepino, las acelgas, el aceite de coco, los tomates, las espinacas, la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas.

En cuanto a las grasas saludables, las encontrarás en el aceite de coco, el aceite de oliva o la mantequilla.

Hacer ejercicio

El ejercicio es una de las maneras más efectivas para bajar de peso rápidamente. Por ejemplo, levantar pesas es una práctica con la que poder quemar muchas calorías al mismo tiempo que evitamos que el metabolismo disminuya su actividad. Ahora bien, si coger pesas no es lo tuyo, apuesta por otros ejercicios cardiovasculares como correr, nadar, caminar o ir en bicicleta.

Existen otras formas para poder adelgazar de una forma rápida. Por ejemplo, desayunar alimentos ricos en proteínas como huevos para eliminar el apetito y evitar la ingesta abundante de calorías a lo largo del día.

También es conveniente eliminar la bollería de nuestra dieta y sustituirla por una pieza de fruta, un yogurt desnatado o algunos frutos secos a media mañana o a media tarde. Un truco que funciona bastante bien consiste en beber agua media hora antes de comer para reducir el hambre. Asimismo, tomar café o té, pues la cafeína aumenta nuestro metabolismo.

Los expertos en nutrición también recomiendan comer despacio para sentirnos llenos antes y tener un buen descanso.