En la cocina oriental es uno de los ingredientes de moda, aunque poco a poco vamos sabiendo más de este superalimento, usado sobre todo como una especie de pasta sin carbohidratos. Si nunca has oído hablar del konjac, se trata de un tubérculo procedente del sureste asiático, popularizado sobre todo ...
En la cocina oriental es uno de los ingredientes de moda, aunque poco a poco vamos sabiendo más de este superalimento, usado sobre todo como una especie de pasta sin carbohidratos. Si nunca has oído hablar del konjac, se trata de un tubérculo procedente del sureste asiático, popularizado sobre todo por sus múltiples propiedades nutricionales. Por ejemplo, un altísimo contenido en fibra.
Ahora su uso en cocina ha derivado en gran medida hasta la pasta de konjac, un alimento muy presente en las dietas de adelgazamiento: solo tiene 9 calorías por cada 100 gramos que no aporta ni grasas saturadas ni azúcares.
Por si fuera poco, cada vez hay más variedad para introducirlo en el menú diario. En espaguetis, macarrones, arroz… Vamos, una fantasía para cualquier amante de la pasta. Porque además, no solo es baja en calorías, sino que cuenta con otras tantas cualidades.
En primer lugar, produce un efecto saciante, es decir, aumenta de volumen al llegar al estómago. Así, da la sensación de haber comido más de lo que realmente se ha ingerido. Con poca cantidad uno se queda satisfecho.
Además, ayuda a la digestión. Como hemos explicado anteriormente, casi el 100% de la composición de la pasta de konjac es fibra. Por tanto, el estómago la asimila fácilmente y mejora la salud gastrointestinal.
A la vez, otra de las propiedades del konjac es la capacidad de controlar y reducir los niveles de glucosa y colesterol en nuestro metabolismo. Por tanto, es un aliado a la hora de prevenir algunas enfermedades cardiovasculares.
No tiene más ciencia que la de cualquier receta de pasta. Por si te animas a probar, aquí te dejamos esta idea de pasta konjac al pesto. Deliciosa y vegana.
-1 paquete de pasta konjac
-tomates cherry
-tofu ahumado
-1 aguacate
-35 gramos de albahaca
-25 gramos de levadura de cerveza
-3 dientes de ajo
-100 gramos de almendras crudas
-100 mililitros de aceite de oliva
-80 miligramos de agua
-zumo de una lima
Primero hay que elaborar la salsa pesto. Para ello hay que mezclar en un procesador de alimentos (vale cualquier robot de cocina, batidora…), todos los ingredientes a excepción del tofu, los tomates cherry y la pasta. Es necesario triturarlos hasta que queda una textura cremosa. Según el gusto de cada uno, se puede añadir un poco de agua y aceite al gusto.
A continuación, debes escurrir bien la pasta antes de echarla a hervir. Cuando esté lista, basta con dos o tres minutos de cocción. Una vez cocinada, se añade la salsa pesto, los tomates cherry y el tofu ahumado… ¡y a disfrutar!
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