Sí, has leído bien, para mantener tu cuerpo activo y ejercitar los músculos no es necesario acudir al gimnasio puedes hacerlo desde casa ahorrando tiempo y dinero, puesto que no tendrás que adquirir ningún aparato de ejercicios para conseguirlo. Basta con que emplees tu propio peso corporal.

Entre los beneficios de utilizar esta técnica se encuentran: la mejora del tono muscular, incremento de la fuerza y la densidad ósea, así como la liberación de endorfinas, según apuntan desde Herbalife Nutrition, la empresa especializada en nutrición y estilo de vida saludable. Para conseguirlo deberás realizar ejercicios como flexiones, sentadillas y zancadas.

Sus consejos pasan por extender el tiempo de las sesiones, acortar los descansos entre una actividad y otra, cambiar el ángulo del ejercicio y centrarse en el equilibrio corporal. Todo ello incorporado en rutinas que sean como mínimo de 150 horas a la semana, es decir, de 2 horas y media de duración. Una vez que se va ganando en fuerza y resistencia, podrás tener un mayor control a la hora de ejercitar unos músculos en concreto, así como lograr la tonificación deseada.

El tiempo es oro

Practica sentadillas, zancadas y flexiones mientras cuentas hasta dos a la vez que desciendes. Mantente en esa posición durante dos segundos y vuelve a la posición inicial en un segundo. Esto contribuirá a incrementar la tensión y el estrés que se ejercen sobre los músculos.

Entre sesión y sesión aconsejan realizar descansos más cortos para mejorar el funcionamiento cardiovascular. Si empleamos menos tiempo entre ejercicio y ejercicio, nuestro cuerpo se adaptará a controlar su energía de forma óptima. También podrás optar por realizar series y circuitos. De este modo, cumplirás el objetivo de no parar tan a menudo para reponer fuerzas y aumentarás la cantidad de ejercicio.

En la variedad está la clave

Herbalife Nutrition también hace hincapié en la importancia de diversificar los ángulos durante las sesiones para proporcionar una tensión adicional en algunos músculos en concreto. Por ejemplo, las flexiones con los pies en alto otorgan una mayor tensión sobre los músculos del pecho. Para ejecutar esta actividad es conveniente realizarla apoyada en una mesa o con las manos en una superficie, con el objetivo de situar los pies por debajo del pecho. Así, reducirás la fuerza de la gravedad.

Mantener el equilibrio es posible

Por último, una vez conseguidos los retos anteriores, la siguiente fase es focalizar los esfuerzos en un lado del cuerpo. De este modo, el nivel de dificultad del ejercicio físico será superior, al tiempo que permite activar los músculos que nos ayudan a mantenernos estables.