A la vuelta al cole marcada por los miedos e inseguridades provocados por el auge de los contagios de la COVID-19 se suma que, tras varios meses de formación online y el uso continuado de dispositivos móviles, la salud visual en este curso es más relevante que nunca. Según un ...
A la vuelta al cole marcada por los miedos e inseguridades provocados por el auge de los contagios de la COVID-19 se suma que, tras varios meses de formación online y el uso continuado de dispositivos móviles, la salud visual en este curso es más relevante que nunca. Según un informe del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), se calcula que entre el 5 y el 10% de los preescolares y el 25% de los escolares presenta alteraciones visuales, siendo la miopía un problema que va en aumento entre los estudiantes. Además, al menos el 10% de los niños padece ambliopía, es decir, "ojo vago", si bien más de la mitad de los padres lo desconoce y no busca tratamiento.
Existen varios signos o síntomas que pueden servir para que los padres detecten la existencia de un problema visual a tiempo. Entre ellas, las típicas manifestaciones de visión borrosa, cansancio ocular y cefaleas, o algunas menos habituales como visión doble o la apariencia de cualquier tipo de desviación visual, enrojecimiento ocular, lagrimeo y presencia de torticolis. Otras señales que pueden ofrecernos pistas sobre la necesidad de acudir a un profesional de la visión son:
• El menor evita tareas relacionadas con la visión de cerca, como leer o hacer los deberes, o con la visión de lejos, como deporte u otras actividades de ocio.
• Experimenta muchas dificultades con la lectura: omite o confunde letras o palabras, usa el dedo para guiarse, adopta una postura forzada o se acerca al libro más de lo normal.
• Frunce el ceño, guiña los ojos, inclina la cabeza o gira el cuello para mirar de lejos o de cerca.
• Presenta irritación o escozor de ojos cuando escriben o leen.
• Se queja de dolores de cabeza habituales.
• Tropieza con facilidad, consecuencia de la deficiencia en la sensación de profundidad.
• Baja comprensión de la lectura para su edad.
Para prevenir posibles consecuencias visuales por la utilización de ordenadores y pantallas, el CGCOO sugiere algunos consejos para los padres y profesores:
• Ajustar los colores del monitor para que sean siempre claros y mates. Asimismo, es importante configurar los caracteres y el tamaño de la fuente, que no sea muy pequeña, para facilitar la legibilidad.
• Mantener una imagen estable y sin destellos. En este sentido, es recomendable aumentar la velocidad de refresco de la pantalla, que esta se pueda orientar a voluntad con objeto de optimizar los ángulos de visión y que permita su regulación en cuanto a brillo y contraste.
• Procurar que la pantalla esté siempre limpia y estudiar o leer con texto negro sobre fondo blanco.
• Situar la pantalla a una distancia de entre 50 y 60 cm y la parte superior de la misma a una altura similar a la de los ojos o ligeramente más baja.
• Colocar el monitor perpendicular a la ventana para evitar deslumbramientos y reflejos.
¿Quieres escuchar nuestros podcast ? Únete a nuestra comunidad y sumérgete en un mundo de inspiración y empoderamiento para la mujer moderna.
Las últimas tendencias en salud, maternidad, viajes, cultura y feminismo en nuestra revista.
Acceso a noticias y newsletters exclusivas
Descarga de materiales únicos, como webinars, podcasts o vídeos
¿Te lo vas a perder?
Acceder