Entre trabajar, tener social y meter entre medias algún capítulo de tu serie favorita, sacar un rato para hacer deporte se torna complicado. Sin embargo, es cuestión de organizarse. Y en ese punto puede ser útil conocer en qué momentos entrenar para optimizar los resultados. Desde el punto de ...
Entre trabajar, tener social y meter entre medias algún capítulo de tu serie favorita, sacar un rato para hacer deporte se torna complicado. Sin embargo, es cuestión de organizarse. Y en ese punto puede ser útil conocer en qué momentos entrenar para optimizar los resultados.
Desde el punto de vista logístico, hacer ejercicio por la mañana tiene muchas ventajas, quitándote la rutina deportiva de encima antes antes de empezar la rutina. Eso significa que arrancarás el día a tope de endorfinas.
Además, no tendrás que preocuparte por la tarde o la noche de cumplir con el work out. Mejor, más tiempo para procrastinar.
La ciencia apoya esta teoría. Un estudio publicado en Journal of Sports Science ha evaluado cómo respondemos a la comida después de hacer ejercicio a primera hora de la mañana. Cuando los participantes, con un peso corporal saludable y obesos, caminaron enérgicamente durante 45 minutos, se sintieron menos tentados a ingerir alimentos poco saludables en comparación con los días que no hicieron ningún ejercicio.
Sobre la base de esta actividad matutina, los que la practicaron también aumentaron su actividad física a lo largo en mayor medida que los días en que los que no movieron.
Es más, los beneficios adicionales de ir al gimnasio por la mañana incluyen un aumento del metabolismo, lo que significa que el cuerpo continuará quemando calorías a lo largo del día, a medida que las consume, en lugar de por la noche mientras duerme.
¿Otras razones para hacer ejercicio por la mañana? El descanso. Según el estudio, acelerar el metabolismo entrenando por la noche podría comprometer el sueño. Esto se da porque el ejercicio aumenta la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal, lo que significa que las sesiones de sudor nocturnas podrían estar obstaculizando la capacidad de dormir.
Un argumento más que justifica el ejercicio a primera hora de la mañana es que hacer deporte con el estómago vacío podría ayudar a quemar más grasa. En concreto, se quema hasta un 20% más de grasa corporal yendo al al gimnasio con el estómago vacío.
Ahora bien, una cosa está clara: hacer ejercicio es lo más importante, no importa a qué hora. Así que encuentra el momento del día que mejor te venga y luego cúmplelo.
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