Para empezar a hacer una vida saludable y activa debes dejar a un lado el sedentarismo y los carbohidratos. Lo ideal para alcanzar tu meta es marcarte una serie de objetivos o acciones concretas.

Si quieres perder peso, lo más recomendable es acudir a un dietista o nutricionista experto para adoptar un régimen adecuado acorde a tu edad y constitución física. También es conveniente hacer ejercicio regular para perder grasa y acelerar el metabolismo.

Ahora bien, ¿qué cambios son más efectivos a la hora de adelgazar? La mayoría de los expertos opinan que a la hora de perder esos kilos que te sobran es preferible prestar mayor atención a la dieta que al deporte.

Concéntrate en lo que comes y todo irá bien

Algunas personas creen que la actividad física es lo más importante a la hora de perder peso y se permiten el lujo de darse caprichos calóricos cada día. La razón, según aseguran, es porque van a perder las calorías consumidas en el gimnasio. Sin embargo, estas personas, aunque practiquen deporte, conservarán sus kilos.

No cabe duda de que el ejercicio ayuda a la hora de perder peso, pero por sí solo no conseguiremos gran cosa. Lo más importante es cambiar los hábitos alimenticios por unos más sanos y equilibrados.

Si te has pasado estos meses atrás y tu intención es adelgazar, lo mejor que puedes hacer es reflexionar y cuidar tu dieta lo mejor que puedas. Concentrarse en lo que comemos cada día es lo más eficaz. Ahora bien, el ejercicio sigue siendo importante para mantenernos en forma o quemar las grasas acumuladas en determinadas zonas como el estómago o los muslos.

Desde aquí te aconsejamos que combines ambas cosas, aunque si quieres perder peso cuanto antes, decántate por alimentos ricos en fibra y proteínas. Y mientras la pones en práctica, sal a correr o ve al gimnasio para acelerar el sistema metabólico, mejorar la función cardíaca, reforzar el sistema circulatorio, potenciar el sistema inmune y ganar masa muscular.

¿Qué alimentos o platos debes eliminar de tu dieta?

Olvídate de una vez por todas de las cenas copiosas. Emplea tu valioso tiempo en prepararte platos sanos y deliciosos, y deja de consumir productos congelados o precocinados. Es cierto que con ellos ganarás tiempo, pero no te ayudarán a cumplir tus objetivos.

Las bebidas azucaradas no te benefician en nada, pues estás consumiendo calorías vacías que no llevan a ningún sitio. También deberás limitar la ingesta de postres y dulces, así como otros productos que lleven azúcar en su composición como las salsas. Para no caer, basta con mirar el etiquetado y comprobar si efectivamente contienen glucosa o carecen de ella.

Los carbohidratos tampoco son aliados a la hora de adelgazar. Las dietas que son bajas en esta sustancia reducen el nivel de grasa del cuerpo. Lo mejor que puedes hacer es sustituirla por proteínas. La razón es bien sencilla: el organismo emplea más calorías durante la digestión para transformar este componente en estructuras más simples que con los carbohidratos o grasas. Además, estos alimentos son saciantes y reducen el consumo de antojos. Los alimentos que tienen mayor número de proteínas son el pescado y la carne.