¡Ay, el frío! ¡Qué puñetero es a veces! Sobre todo para las pieles delicadas, que son a las que les toca pagar sus estragos casi siempre. Gracias al frío y a las temperaturas secas que llegan durante la temporada de invierno, los labios se agrietan y se secan. Eso sí, aunque estes familiarizado con este problema, muy posiblemente no conozcas sus causas y cómo deshacerte de ellos de manera eficaz.

Primero, ¿conoces sus síntomas? Como mínimo, sientes tirantez, pero también puede causar dolor, enrojecimiento, descamación, hinchazón, picazón, ardor y escozor. La piel de los labios es muy sensible y fina y, a diferencia de otras partes del cuerpo, cuando están expuestas a factores ambientales estresantes como el viento frío y la sequedad del aire, no hay quien los proteja. Tampoco tienen glándulas sebáceas para proporcionarle humedad natural a la piel. Entonces, si no los hidratamos adecuadamente, se vuelven realmente vulnerables y propensos a la sequedad, incluso más rápido que el resto de la piel de nuestro cuerpo.

El clima frío y seco es una de las causas más comunes de labios agrietados, pero no la única. La sobreexposición al sol, la dermatitis alérgica y algunas enfermedades metabólicas también pueden desembocar en ese síntoma. Asimismo, hábitos como lamerse los labios, pellizcarse o morderse repetidamente, junto con reacciones alérgicas causadas por cosméticos, también pueden irritarlos.

¿Hay alguna forma de prevenirlos?

Afortunadamente, la respuesta es un rotundo sí (siempre y cuando el problema no sea interno). Como hemos comentado anteriormente, mantenerlos hidratados es vital para prevenir los labios agrietados y secos. Nada de esperar a que empiecen a doler para echar el bálsamo. Vaselina, protector, crema… Lo que sea, pero debes usarlo varias veces al día.

Otra forma de evitar que se produzcan grietas es usar protección solar antes de exponerte al aire libre, y volver a aplicarla cada dos horas. Sí, nuestros labios también necesitan SPF. Además de eso, evita pellizcarte, morder y lamerte los labios en exceso. Finalmente, el agua es la clave para mantenerlos hidratados. De hecho, cuando no bebes suficiente agua, los primeros perjudicados son la piel y los labios.

Lo que debes hacer…y lo que no

Ahora bien, también es importante escuchar a los expertos sobre lo que NO se debe hacer. La mayoría alerta de que hay una gran cantidad de ingredientes que se deben evitar tanto para curar como para prevenir. Así que es mejor no utilizar ningún bálsamo que lleve eucalipto, lanolina, ácido salicílico y aromas y fragancias añadidos.

Por lo tanto, conviene usar un hidratante para labios que contenga aceite, cera de abeja o vaselina y usar protector solar FPS 15 como mínimo. Los emolientes con propiedades suavizantes también son buena idea, por ejemplo, el aceite de coco.

De igual forma, los profesionales suelen recomendar productos que incorporen plantas medicinales como hamamelis o la melisa, por sus propiedades astringentes y calmantes.

Y, como no, tres ingredientes versátiles sin los cuales la dermocosmética actual no puede vivir: Rosa Mosqueta, manteca de karité y aloe vera.