¿Conoces el método ASMR para dormir plácidamente?

Fue durante la pandemia cuando el éxito y el consumo de estos vídeos creció como la espuma. Pero, a día de hoy, aún son muchas personas las que necesitan este tipo de contenidos para relajarse mientras estudian o para dormir. Escuchar o ver vídeos de gente que susurra, chasca los dedo s, hace ruido con las uñas o los dientes, o mastica algo se ha convertido en todo un fenómeno viral. Si eres una de esas personas, tranquila, no eres de otro planeta. Es el denominado ASMR (Autonomous Sensory Meridian Response, es decir, Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), que bajo la premisa de relajar y ayudar a dormir acumula cientos de millones de visualizaciones y seguidores, sobre todo en Youtube. Lo cual está provocando que se convierta en un hábito y una rutina para mucha gente, que, a su vez, genera que crezca el número de creadores de este contenido.

Los expertos comentan que el método ASMR puede ayudar a algunas personas, que lo podrán experimentar por medio de estímulos visuales, mientras que otros lo sentirán a través de estímulos sensitivos o táctiles, aunque también habrá personas que no sientan nada. De hecho, para algunas personas estos estímulos serán totalmente placenteros, lo que desencadenará ASMR, si bien otros muchos no tendrán ninguna reacción o, en el lado totalmente opuesto, sentirán rechazo.

Y tanto se ha popularizado en todo el mundo que The Design Museum de Londres expuso el año pasado una muestra titulada "El mundo del ASMR: La sensación extraña se siente bien", con la que se buscó sacar el mundo de ASMR de la pantalla al espacio físico. Dando rienda suelta a la creatividad de las personas que visitaban la exposición. Pero, como todo, este método tiene detractores y seguidores, unos que lo consideran una tontería más de las redes sociales, y otros que consideran la mejor manera para relajarse y conseguir paz mental.

De hecho, varias investigaciones han concluido que cinco minutos de ASMR ayuda a muchas personas a reducir sus niveles de ansiedad , y lo comparan con otras prácticas como la meditación o los ejercicios de mindfulness. ¿Te atreves a probarlo?

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