Si hiciéramos una encuesta a las personas que están a nuestro alrededor sobre las cosas necesarias para ser feliz, seguro que el dinero aparecía en todas ellas. Aunque sabemos que el dinero en sí no da la felicidad, es cierto que es necesario en estos tiempos en los que vivimos. Por lo que nos interesa aprender a atraerlo a nuestras vidas.

Los libros de autoayuda, esoterismo, conocimiento personal…actuales nos indican que nosotros tenemos la capacidad para transformar nuestras vidas tal y como queremos. Somos los creadores de nuestras realidades según ellos. Y nos dan herramientas, unas veces más efectivas que otras, para poder conseguirlo. Realmente uno no sabe hasta qué punto podemos asegurar que esos sistemas sean siempre válidos. Aunque siempre nos podrán aportar algo nuevo, que nos ayudará en nuestro camino a la felicidad.

El dinero, al igual que todo lo que nos rodea, forma parte de la naturaleza, por lo que necesitaremos entenderla bien para comprender también su funcionamiento. Lo primero, y más importante, es aceptar que existe una fuerza superior a nosotros a la que podemos denominar como Dios, Energía, Azar…o con el nombre que quieras, que será la que siempre prevalezca en la naturaleza. Es como la muerte, podremos vivir tranquilos una vez que hayamos aceptado realmente que algún día vamos a morir.

Si observamos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que hay personas a las que el dinero les llega en abundancia y sin esforzarse, de manera natural, mientras que a nosotros no parece querer arrimarse. Es como si algunos tuvieran un imán, mientras que otros tuvieran un repelente. Pero no pasa sólo con el dinero, también con la salud, el trabajo, las amistades o el amor, entre otros. Unos viven felizmente enamorados mientras otros no son capaces de conseguir una estabilidad emocional. Y ¿por qué sucede todo esto?

Seguro que una gran parte sea producto de esa energía superior a la que nos referíamos anteriormente, y que no podemos controlar; aunque también por otra parte sea por nuestra actitud vital; por nuestra manera de enfrentarnos día a día a nuestra vida. Y ahí sí que podemos cambiar algo.

Primero debemos aceptar la vida que nos ha tocado vivir: nuestro físico, nuestra familia, nuestras habilidades, etc. Hay que aprender a asumirla si queremos cambiarla. Al igual que sucede con la naturaleza, la diversidad es continua, por lo que nuestra vida forma parte, con su singularidad, de una total importante. No significa que nos tengamos que conformar, sino que debemos conocernos bien si queremos cambiar algo.

Y una vez que sabemos que nos ha tocado tener en esta vida hasta ahora, como la cantidad de dinero que solemos poseer, ¿quieres más?