Tu vida de repente ha dado un vuelco, te han dejado. Todo lo que considerabas seguro y estable hasta ese momento se ha desmoronado, dejándote a ti en medio de ese caos. Te duele hasta pensar. No puedes dormir, no tienes apetito, tus sueños y deseos se han desvanecido. Tu vida, en un momento, parece que haya dejado de tener sentido.

Lamentablemente pocos sentimientos podremos experimentar tan fuertemente como los anteriores, aunque no será para siempre, ni mucho menos. El ser humano tiene una increíble capacidad de adaptación ante nuevas circunstancias. Sólo necesitarás un poco de tiempo y de trabajo personal.

El tiempo será tu gran aliado en estas lides. Es muy popular el dicho: el tiempo lo cura todo, aunque no por eso menos cierto. No podremos curarnos de ese mal de un día para otro, sobre todo si se trataba de una relación estable y duradera. Necesitaremos tiempo para estar totalmente bien; pero eso no significa que en ese trayecto de curación no podamos ser felices también, continuando con nuestras vidas y relaciones personales. Toda experiencia, negativa o positiva nos será de gran ayuda en nuestro camino a la felicidad.

Si deseas salir reforzado de esa relación, y poder así ser feliz de nuevo, debes perdonarte a ti mismo y también a tu expareja. No importa qué haya pasado, ni quién sea el culpable. Intenta tener empatía, ser capaz de comprender todo lo sucedido, y después perdona y olvida. Elige aquellos momentos del pasado que hayan sido más bonitos y quédate con ellos. El resto utilízalos para aprender y después deséchalos.

Si queremos ser felices no podemos volcar nuestras frustraciones en la otra persona. Nosotros somos responsables de nuestros errores y de nuestros aciertos, de nuestra Felicidad. Sólo debemos ocuparnos del presente, todo lo demás no nos ayudará en absoluto; lo único que nos aportará será tristeza y sufrimiento.

Ahora es un momento de cambio, de renovación; y eso es maravilloso. Nuevas oportunidades se presentarán ante ti. Aprovéchalas y disfruta. Tú eres la única persona que puede decidir cuándo es momento de dejar de pensar en lo sucedido y mirar hacia todo aquello que nos espera.

Aprende a quererte y a conocerte más que nunca. Unos minutos de silencio cada día para escuchar tu interior te ayudarán a conseguirlo. Eres un ser libre, siempre lo has sido; lleno de amor y alegría, así que permite que tú y los demás seáis capaces de apreciarlo. No te permitas guardar rencor o rabia a causa de esa relación; transforma todos esos sentimientos en satisfacción por haber superado un momento tan difícil, y desea que la otra persona también lo haga. De esa forma, te habrás convertido en un ser más sabio, más feliz, con más capacidad para amar y ser amado.