El blanqueamiento dental es un tratamiento dental estético por odontología estética o cosmética que logra reducir varios tonos el color original de las piezas dentales, dejando los dientes más blancos y brillantes. Cada día cuenta con más demanda, ya sea con un tratamiento odontológico o utilizando uno de los miles de productos cosméticos comercializados.

Sonrisa perfecta

Tener los dientes más blancos son símbolo de belleza, pero todo es relativo, ya que, por ejemplo, la alta sociedad japonesa del S.XIX se ennegrecía los dientes porque era lo más cool.  El blanqueamiento de los dientes permite eliminar la mayoría de las manchas producidas por medicamentos como las tetraciclinas o bien por causas extrínsecas como el té, café y otras infusiones, cigarrillos y vino tinto, entre otras sustancias y alimentos. Sin embargo, no todas la manchas u oscurecimientos dentales son eliminables o mejorables a través del blanqueamiento dental y pueden requerir de otro tipo de tratamientos odontológicos estéticos como el uso de carillasde porcelana o fundas.

Aunque, como con todo aquello que tenga que ver con nuestra salud, lo mejor es que antes de nada consultemos con un profesional, que es el que nos hará una valoración individual para no encontrarnos con contraindicaciones o con la utilización de productos que dañen nuestros dientes.

El peróxido de carbamida

Esta es la sustancia más utilizada para el blanqueamiento. Este elemento se basa en la liberación de oxígeno, pudiéndose activar con luz en la consulta o en casa con un gel que se autoactiva.

Generalmente se realiza un blanqueamiento en el consultorio que dura aproximadamente 1 hora, con el cual el paciente ya ve cambios significativos y se indica un tratamiento complementario en el hogar, con las respectivas indicaciones del odontólogo. Este tratamiento a altas concentraciones puede repetirse a modo de mantenimiento después de 6 meses a 1 año, según la severidad de las manchas o pigmentaciones que el paciente presente. En general, aunque depende del estado de la dentadura de cada paciente, es importante y necesario realizar una limpieza dental profesional completa previa a la realización del tratamiento.

Y si nos decidimos por utilizar uno de los muchos productos que vamos a encontrar en el mercado, lo mejor sigue siendo que consultemos primero con un profesional para evitar dañar nuestra dentadura.

Remedios caseros

También existen algunas fórmulas caseras para blanquear dientes como mezclar aceite esencial de salvia con sal y aceite de oliva. O bien frotarse los dientes con la piel de un limón por la parte blanca y después con un trozo de manzana; o con la mitad de un fresón.

E incluso, algunas personas dicen que también se consigue ese efecto si mezclamos unas gotitas de agua oxigenada con agua y nos enjuagamos la boca con esta solución todos los días.

Otro de los remedios sería hacer un enjuague bucal con pasas. Este rico fruto seco te ayudará a mantener tus dientes más blancos. Al comer pasas producimos más saliva, y entre más saliva producimos se elimina más placa dental y manchas. O mezclar bicarbonato y limón, consiguiendo una pasta que puedes usar como dentífrico todos los días durante el cepillado. Verás que en poco tiempo lo amarillo de tus dientes se reducirá. Ten cuidado de enjuagar bien esta fórmula.