Collioure está enclavado entre mar y montañas, rodeado de viñedos que invitan a catar su fruto y lleno de encantos por descubrir. En sus calles, en sus galerías y su castillo, en cada rincón. Ir es querer volver.
Este pequeño puerto catalán se encuentra en el extremo sur de Francia, a 26 km de la frontera española. Disfruta de un clima excepcionalmente soleado garantizado por la Tramontana. Collioure está enclavado entre mar y montañas, con excelentes vistas y un patrimonio cultural con arquitectura medieval, edificios del renacimiento y calles ...
Este pequeño puerto catalán se encuentra en el extremo sur de Francia, a 26 km de la frontera española. Disfruta de un clima excepcionalmente soleado garantizado por la Tramontana.
Collioure está enclavado entre mar y montañas, con excelentes vistas y un patrimonio cultural con arquitectura medieval, edificios del renacimiento y calles llenas de color, mucho color.
Un pueblo donde descansa el poeta Antonio Machado y el novelista Patrick O'Brian. Un paisaje que capturaron Picasso, Derain, Dufy, Chagall, Matisse y Marquet... ¿Un pueblo asi debe ser especial verdad? Pues así es Collioure.
Pasear por sus calles es una auténtica delicia, porque, aunque en temporada alta está lleno de turistas, no deja de ser un pueblo slow...
De enero a diciembre, la ciudad de Collioure está llena de festivales y eventos arraigados en la tradición “Colliourencque”. Llamada la ciudad de los pintores, Collioure sigue acogiendo artistas de todos los orígenes, y hoy todavía cuenta muchas galerías y un museo de arte moderno.
En sus calles se entremezcla arte y gastronomía pues muchos artesanos y comerciantes ofrecen degustaciones de productos locales. Vino, anchoas, aceite de oliva o galletas, Collioure ofrece una variedad de sabores para descubrir o redescubrir la rica gastronomía del Rossellón.
Para seguir los pasos de los grandes artistas que han sucumbido al encanto de Collioure, la oficina de turismo y la asociación "Collioure fauvismo" organizan un paseo jalonado por 20 reproducciones de Matisse y Derain realizados en Collioure en el lugar en que fueron pintados. Este "camino del fauvismo" está disponible para visitas individuales o en grupo con reserva.
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Otras de las atracciones que no os podéis perder es un viaje con el pequeño tren de Collioure y Port Vendres: una forma muy agradable y original de descubrir estos dos puertos pesqueros de Cataluña a través de viñedos a lo largo de pintorescas carreteras que permiten admirar unas vistas maravillosas, unos monumentos y castillos históricos.
Son sólo unas pinceladas para abrir boca pues quien visita Collioure ya piensa en volver...
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