La siesta, el mejor remedio contra el estrés
M. Martínez
Dormir entre 20 y 30 minutos después de comer aumenta nuestra capacidad de concentración y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares
25/08/2014
Pocas cosas tan nuestras como la siesta, ese dulce sueñecito después de comer. Una costumbre arraigada que, sin embargo, muchas veces se ha puesto en entredicho: que si solo provocan más cansancio, que las alargamos demasiado, que son un signo de pereza... Una imagen que, según la doctora Teresa Lluch, ...
Pocas cosas tan nuestras como la siesta, ese dulce sueñecito después de comer. Una costumbre arraigada que, sin embargo, muchas veces se ha puesto en entredicho: que si solo provocan más cansancio, que las alargamos demasiado, que son un signo de pereza... Una imagen que, según la doctora Teresa Lluch, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón, de Murcia, nada tiene que ver con la realidad.
Y es que, para esta doctora especializada en trastornos del sueño, “la siesta reduce el estrés y las tensiones físicas. Además, aumenta la capacidad de concentración del individuo en un 34%, refuerza el estado de alerta y disminuye cerca de un 40% los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares”. No es el único beneficio que señala la doctora Lluch. También ayuda al aparato digestivo a hacer la digestión de una manera más eficaz, “ya que produce una relajación muscular” beneficiosa.
Eso sí: olvidemos de las siestas de dos o tres horas, que hacen que nos levantemos con una sensación de malestar general y con un cansancio aún mayor al que teníamos antes de echar una cabezadita. El tiempo que esta especialista recomienda es “de entre 20 y 30 minutos”, más que suficientes para reponer las fuerzas necesarias para continuar lo que queda de jornada.
Para levantarnos con mejor ánimo tras este pequeño descanso, la doctora Lluch recomienda "evitar los ruidos y la claridad” en la estancia donde vayamos a echarnos, así como adecuar la temperatura para “favorecer la calidad del sueño”. De esta manera, las personas que padezcan problemas a la hora de conciliar el sueño pueden luchar contra estas alteraciones.
Pero el objetivo final de una siesta en condiciones depende de la edad. Tanto para los niños como los ancianos, esta práctica se convierte en algo “fundamental”, en palabras de la doctora de la clínica murciana. “Los más pequeños la necesitan para su desarrollo físico, mientras que para los mayores es básica para tener una mejor calidad de vida”.
Foto: Gordana Adamovic-Mladenovic
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