Un helado de queso de cabra y otro de chipirones en su tinta, por favor
Maribel Martínez
La heladería bilbaína Nossi-Bé lleva décadas endulzando el verano, cada vez con sabores atrevidos e innovadores, algunos inimaginables. ¿Te atreves a probarlos?
29/08/2014
Nada más veraniego que un buen helado, fresquito y cremoso, para combatir el calor. En Bilbao, una de las heladerías de referencia la encontramos en el centro. Se trata de Nossi-bé, un local que abrió sus puertas en 1911 como tostadero de café, pastelería artesanal y bombonería. En la actualidad, ...
Nada más veraniego que un buen helado, fresquito y cremoso, para combatir el calor. En Bilbao, una de las heladerías de referencia la encontramos en el centro. Se trata de Nossi-bé, un local que abrió sus puertas en 1911 como tostadero de café, pastelería artesanal y bombonería. En la actualidad, se ha convertido en un templo para paladares atrevidos, pues en ningún otro sitio se pueden encontrar sabores tan poco habituales como queso, chipirones en su tinta, salmón, bacalao, foie, pimientos rojos, kalimotxo y cerveza, entre muchos otros.
Este local debe su nombre a una isla de Madagascar desde la que importan las ramas de vainilla bourbon y el cacao que usan en la elaboración de sus productos desde sus inicios. Fue después de la Guerra Civil española cuando el heladero cántabro Victoriano Ortiz se establece en Bilbao, y empieza a recorrer los pueblos vizcaínos con un carrito de helado repleto de deliciosos helados de mantecado, tuti frutti, fresa y chocolate. Hasta 1975, cuando se pone al frente de la heladería de esta heladería de la calle Navarra, que conserva el espíritu clásico de antaño.
Victoriano dedicó toda su vida a sus helados, una pasión que ha heredado su hija, Esther Ortiz, actual maestra heladera de Nossi-bé, que ha sabido combinar la tradición familiar con la innovación y el riesgo, apostando por sabores únicos y originales, sin que eso debilite la calidad del producto. Más bien todo lo contrario. Y no solo en los helados. Su horchata de chufa es 100% natural, así como el chocolate a la taza, y todos sus dulces, con los gofres a la cabeza, están elaborados de manera artesanal.
Es difícil encontrar una nevera de helados más heterogénea y poco ortodoxa como la de Nossi-bé. Junto a los sabores de siempre, chocolate, vainilla, nata, limón -de textura sedosa, muy cremosa y de sabor intenso-, una selección de quesos, como el de cabra con albaricoque, idiazabal con nuez y membrillo, brie a la trufa y gorgonzola; de setas, de jamón, de vinagre, de gambas y huevos a la trufa; de bebidas alcohólicas, como vino tinto, blanco y patxaran; de frutas con licor, como pomelo al Campari, sorbete de limón con ginebra, mandarina también con ginebra, frambuesas al cava y de cerezas al kirsch; de pistacho, anacardos, pipas, castañas, sésamo... Un sinfín de sabores, que van variando según la temporada, para que nuestro paladar nunca se aburra.
Foto: Helado de queso de cabra con albaricoque / Nossi-bé
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