De todos es sabido que las actividades que llevamos a cabo durante la infancia son decisivas en nuestro desarrollo cognitivo. Tal vez por esta razón, en los jardines de infancia, de entre todos los juguetes, los coloridos rompecabezas son protagonistas indiscutibles. Poner a prueba nuestra lógica e intentar colocar en el orden preciso las piezas para formar una figura o imagen es vital, ya que a través de este entretenimiento lograremos una mente despierta y ágil.

Mucho más que diversión y relax…

Por un lado, los puzzles nos ayudarán sentirnos realizados y orgullosos después de superar el desafío. Este tipo de actividades aportan a nuestro cerebro bienestar tras la segregación de serotonina, que genera una sensación de felicidad similar a la que sentimos cuando hacemos ejercicio, nos reímos o comemos chocolate.

Además, mientras intentamos juntar las piezas, sin darnos cuenta, estamos controlando el estrés, ya que se trata de un pasatiempo muy relajante. Esta actividad es muy positiva porque terminamos siendo más tolerantes hacia las adversidades y aumenta nuestra inteligencia emocional, muy valorada por las empresas a la hora de seleccionar candidatos. Al elaborar una estrategia para poner en orden el rompecabezas, además, desarrollamos la habilidad de resolución, otra de las habilidades imprescindibles hoy en día para las organizaciones.

Sin ninguna duda, los rompecabezas nos ayudan a mejorar nuestra capacidad visual, la memoria, la creatividad, motricidad, la lateralidad, la capacidad de observación, la lógica... Y por si todo esto fuera poco, existen estudios que indican que llevar a cabo este tipo de actividades reduce las probabilidades de padecer demencia senil o enfermedades de pérdida de memoria como el Alzheimer.

La mejor forma de entrenar la mente es compartiendo

Se puede disfrutar solo del placer de diluirse el desorden y dar con la imagen nítida de un puzzle, pero si se comparte con alguien, estos divertidos ratos fortalecerán las relaciones con familiares o amigos y fomentarán la sociabilidad.

Si estás pensando en hacer un regalo y todavía no sabes qué elegir, un puzzle es de lo más original para cualquier edad. Existen multitud de formatos, imágenes, tamaños, niveles de dificultad… Cada vez existen más tipos de rompecabezas, así que no te será complicado acertar con el regalo perfecto.

O por qué no, ¡regálale el entrenamiento perfecto a tu mente y ponte en forma!