El nombre científico del árbol del pistacho es Pistacia vera y pertenece a la familia de las anacardiáceas como los anacardos. Existen diferentes variedades de interés comercial por ser resistentes al ataque de los hongos y cultivarse de manera más sencilla. Los principales productores son diferentes zonas de Turquía y el Estado de California. Una vez recolectados, debe eliminarse la capa externa para que no se formen toxinas que serían nocivas para el consumidor.

Elígelos con cáscara y bien envasados para evitar contaminaciones. Deben ser conservados en lugar seco y lejos de la luz para impedir que se oxiden y pierdan sus propiedades nutricionales.

Se consideran una fuente de energía con pocas calorías (165 Kcal/ración de 28 gr). También contienen: fibra (2.8 g por ración), proteínas (6 gr por ración), grasas insaturadas, acido linolénico, esteroles vegetales, minerales (zinc, selenio, cobre, potasio, magnesio, etc.) y vitaminas (E, A, C y del grupo B como la tiamina).

Resultan muy interesantes para el cuidado del corazón y los niveles de tensión arterial (debido a su contenido en potasio), mantener controlados los niveles de colesterol (por el ácido linoléico y los esteroles vegetales), ayudar a relajarte (por el magnesio), saciar el hambre (debido a la fibra y a los efectos de la masticación), reducir los radicales libres (gracias al selenio y el zinc) y durante el embarazo (por el contenido en ácido fólico y vitamina A).

Tampoco engordan tanto como crees. Los estudios indican que el consumo diario de pistachos que aporten un 20% del total de calorías diarias no supone un aumento de peso en personas que sigan una dieta equilibrada y tengan un estilo de vida saludable.

Se recomienda que eviten su consumo los niños pequeños (menores de tres años), los alérgicos e intolerantes (para evitar problemas como diarrea, vómitos, picores, problemas respiratorios, etc.) y quienes siguen dietas sin sal.

Consúmelos directamente como aperitivo o utilízalos triturados para rebozar, como adorno en repostería, añádelos a las ensaladas, con arroz, etc. Es mejor que sean naturales, sin sal adicionada para evitar su ingestión y los efectos que ésta tiene sobre el organismo.

Te proponemos una receta para preparar deliciosos bombones. Derrite una tableta de chocolate (sin que se queme) y añade pistachos y almendras troceados. Mézclalos bien y vierte la masa obtenida en moldes adecuados. Déjalos enfriar a temperatura ambiente. Introdúcelos en la nevera y, cuando hayan solidificado, desmóldalos y preséntalos en recipientes de papel de colores. Puedes adornarlos con una gota de mermelada de naranja amarga o ralladura de limón para compensar el exceso de dulzor.