De ser la niña mimada de Disney, pasó a ser la niña rebelde de EEUU; de la inocencia más pura pasó a la provocación en un abrir y cerrar de ojos. Sí, Miley Cyrus creció y su carácter se volvió más indómito y salvaje al igual que su vestuario.

Tan solo cuenta con 21 primaveras y ya ha llegado a la cúspide de su carrera profesional porque es difícil ir más lejos de lo que ha llegado ella. Sus fans la adoran no solo por su música y las letras de sus canciones, sino por ser un espíritu indomable, y eso se transmite a través de sus actuaciones y en su forma de vestir.

El estilo más osado de Miley Cyrus

La metamorfosis de Miley no está demasiado clara, suponemos que cambió a raíz de sus vídeos provocadores y de su movimiento de pelvis a lo twerking, lo que sí es cierto que su forma de vestir es sexy, atrevida y también singular. No hay duda de que la extravagancia de algunos de sus modelos dista mucho de lo que la gente corriente pueda llevar por la calle, aunque sí hay ciertos aspectos de su vestuario que sí se pueden amoldar al street style.

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Miley apuesta por conjuntos de escándalo cuando pasea por la alfombra roja o cuando acude a las fiestas de sus amigos diseñadores, pero en su día a día viste con prendas informales con un toque roquero muy juvenil y actual con camisetas de grupos icónicos, tops university, gorras o vaqueros con rotos. Admira la singularidad y creatividad del diseñador Marc Jacobs (es su fan número uno y también su amigo), y vive por y para Saint Laurent, Chanel y la firma de joyas Lorraine Schwartz.

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Si saca la lengua en sus fotos es porque lo de sonreír le parece demasiado cursi, suponemos que si en su día a día viste al más puro estilo grunge o hard rock debe ser que las prendas más lady le parecen de igual manera, cursis y aburridas. De cualquier forma, Miley en ocasiones también ha lucido modelitos sofisticados como el binomio Versace de pantalón blanco y americana que lució el año pasado en los American Music Awards y que remató con stilettos y dos imperdibles dorados aportando el toque punk que suele acompañar a su melena pixie y a sus looks intrépidos.   

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En el escenario le gusta revolucionar al personal con estilismos imposibles envueltos en braguitas de talle alto y tops con estampados curiosos, pero el estilo desenfadado forma parte de su vida normal y para ir a cenar con amigos suele optar por minivestidos de estampado floral o outfits pura inspiración años noventa con chaquetas vaqueras oversize y botas infinitas.

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