Las etapas de la belleza

Sonia Baños

Sentirnos bien y vernos bellas es el objetivo de todas las mujeres, para eso no hay edad. Luchar contra el paso del tiempo y sus signos en la piel es algo principal para sentirnos realmente bellas. Por eso, queremos compartir contigo los secretos para cuidarte y obtener los mejores resultados tengas la edad que tengas.

22/12/2014

Primera etapa: prevenir Cuando tenemos 20 años no nos hacen falta tratamientos anti-edad, pero sí que es básico crear el hábito diario de la limpieza y el cuidado de nuestra piel. Eso hará que nuestra dermis esté mucho más sana y saludable cuando sea hora de aplicar tratamientos específicos. En este momento ...

Primera etapa: prevenir
Cuando tenemos 20 años no nos hacen falta tratamientos anti-edad, pero sí que es básico crear el hábito diario de la limpieza y el cuidado de nuestra piel. Eso hará que nuestra dermis esté mucho más sana y saludable cuando sea hora de aplicar tratamientos específicos.
En este momento de la vida, las células cutáneas funcionan a la perfección y la regeneración epidérmica se produce de forma regular. La limpieza diaria y la hidratación serán pilares fundamentales en el cuidado de la dermis. Realizar quincenalmente una exfoliación para retirar las impurezas acumuladas también ayudará a mantener el rostro en perfectas condiciones.
 
 
A partir de los 30
A partir de cumplir los 30, los signos del paso del tiempo pueden empezar a evidenciarse en zonas del rostro como el contorno de ojos o la frente. Aparecen marcas muy suaves, simples líneas de expresión, pero tenemos que empezar a tratarlas con tal de evitar que se conviertan en arrugas profundas. En esta etapa de la vida, nuestro rostro reflejará si tenemos la piel habituada al cuidado diario y seguimos hábitos de vida saludables.
Lo ideal es continuar con la limpieza e hidratación y complementar el tratamiento con algún producto específico para disimular y prevenir las pequeñas arrugas de expresión.
 
 
 
Los espléndidos 40
En este momento, la proliferación de los radicales libres supone un envejecimiento visible de la piel. La capa dérmica se vuelve más fina y la deshidratación se convierte en un problema contra el que hace falta luchar para evitar las arrugas más profundas. Así pues, utilizar sérums anti-edad un par de veces al día y mantener el hábito de la limpieza serán puntos clave. Complementar el cuidado de nuestro rostro con una crema nutritiva que active el metabolismo celular le devolverá a la dermis la luminosidad y un aspecto terso.
 
 
La belleza de la madurez
Los desajustes hormonales típicos pasados los 50 influyen en el aspecto de la dermis y a estos se suman los factores medioambientales, el estrés y la fatiga crónicos. Es un momento en el que el cuidado de la piel tiene que ser delicado, los cosméticos que utilicemos tienen que ser suaves, con fórmulas no agresivas y que aporten eso que a la naturaleza le falta. 
Los productos con efecto lifting, que corrigen arrugas y las rellenan desde el interior y los cosméticos con efecto reafirmante serán muy útiles en esta etapa, ya que nos ayudan a luchar contra la flacidez y reposicionan el contorno del rostro.
 
 
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