Normalmente el tratamiento se centra en un grupo de fármacos denominados antiinflamatorios y que resultan muy eficaces, aunque presentan efectos secundarios indeseables. El paciente, generalmente, mejora con rapidez y no es necesario repetirlo porque la situación se estabiliza. El tema se complica cuando es un proceso crónico que debe ser tratado con estos compuestos durante un largo período de tiempo, ya que el abuso de estos fármacos puede generar diarreas, malestar abdominal, úlceras, dolores de cabeza, etc. por lo que, en ocasiones, se pautan acompañados de un protector gástrico.

Algunos alimentos se consideran antiinflamatorios. Podemos destacar: frutos secos (almendras, avellanas, nueces), verduras de hoja verde, semillas de lino, frutos rojos, pescados (salmón, caballa, atún, sardinas), aceites vegetales (oliva, lino), aguacate, aceitunas, brócoli, té verde, piña, manzanas, etc. Evita el consumo de alimentos elaborados con harinas blancas o azúcares refinados y los que contengan grasas saturadas.

Algunos remedios naturales se consideran eficaces para reducir los problemas inflamatorios. Deben ser indicados por el especialista y no sustituir los tratamientos prescritos por nuestro médico. No caigas en el error de recurrir a ellos indiscriminadamente. Son varios los compuestos que se engloban en esta categoría y suelen combinar capacidades analgésicas y antiinflamatorias. Podemos destacar:

-Sauce blanco (Salix alba), con efectos analgésicos, se usa para reducir dolores menstruales, musculares o de cabeza, en los que resulta muy eficaz. Los alérgicos a la aspirina deben evitar su consumo, pues es el precursor de este compuesto.

-Regaliz (Glycyrrhiza glabra), contiene glicirricina de efecto antiinflamatorio, puedes encontrarlo en diferentes formas comerciales en establecimientos especializados. Cuidado en personas con diabetes tipo II, hipertensión, hepatitis, etc.

-Jengibre (Zingiber officinale), para uso externo se considera óptimo para tratar golpes, artritis, etc. También puedes tomarlo en infusión o comerlo directamente en ensaladas, etc.

-Romero, normalmente de uso local, se utilizan infusiones de hojas que se aplican en la zona inflamada. Se aplica en forma de fricciones de alcohol de romero para tratar la artritis.

-Cúrcuma (Curcuma longa), con curcumina, muy indicada para el cuidado de las articulaciones. Se puede encontrar en polvo o en cápsulas y utilizarla para cocinar ya que es el componente básico del curry. No se recomienda su consumo a niños menores de tres años, si estás tratado con anticoagulantes, si presentas cálculos biliares o estás embarazada.

-Árnica (Arnica montana), se considera también analgésica. Se utiliza para tratar golpes, dolores musculares, artritis reumatoide, etc. Su aplicación es externa y puedes utilizar una gasa impregnada en la infusión de una cucharadita de planta seca por taza de agua. Una opción muy cómoda son los sticks a la venta en centros sanitarios.