Carmen Reija
Un fruto adorado desde la antigüedad que ha llegado hasta nosotros con toda la calidad que se les podría pedir. Sus ventajas son numerosas y puedes aprovecharlas si las consumes al natural, tras haberlas pelado y eliminado la parte blanquecina amarga que modifica su delicioso sabor dulce. Además, es uno de los alimentos típicos del otoño que contiene menos calorías y favorece la diuresis. Disfrútalas.
Es el fruto de un árbol llamado granado de la familia de las Punicáceas que se cultiva desde tiempos remotos y se ha extendido por diferentes lugares del planeta. Posee una piel gruesa de color dorado y con una capa interna blanquecina de sabor amargo. Lo que resulta delicioso es ...
Es el fruto de un árbol llamado granado de la familia de las Punicáceas que se cultiva desde tiempos remotos y se ha extendido por diferentes lugares del planeta. Posee una piel gruesa de color dorado y con una capa interna blanquecina de sabor amargo. Lo que resulta delicioso es consumir sus semillas internas rodeadas de una pulpa de color rojizo que debes separar de la telilla blanca que las envuelve.
Aparecen en el mercado a mediados de septiembre, pero el mejor momento es cuando ya ha entrado el otoño y hasta finales de enero. Elige las que tengan una superficie sana, entera, sin arrugas, duras y de color vivo. Se recomienda conservarlas a temperatura ambiente o guardarlas en la nevera un máximo de tres semanas.
En su composición química destacaremos que contiene agua en un 80%, un 15% de azucares (glucosa y fructosa) y un 3% de fibra. Presenta también: polifenoles (punicalaginas), flavonoides, ácido málico, ácido oxálico, ácido cítrico, taninos, vitaminas (del grupo B y C) y minerales (potasio, magnesio, hierro y fósforo, fundamentalmente). Aporta unas 35 calorías por cada 100 gramos.
Se recomienda su consumo:
-Por su bajo contenido en calorías, su poder diurético y su aporte de fibra útil en dietas adelgazantes.
-Presenta un gran poder antioxidante muy superior, incluso, al té verde, la naranja, etc.
-Es antiséptica y antiinflamatoria, por la presencia de flavonides.
-Mejora la salud bucal y cutánea por sus propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes. Mastícalas bien antes de tragarlas.
-Disminuye la retención de líquidos y ayuda a controlar la hipertensión, por su contenido en potasio.
-Favorece al intestino porque los taninos resultan astringentes y antiinflamatorios a ese nivel.
Puedes comerla directamente tras sacar los granos de su interior. No es difícil, pero puede llevarte un rato ya que es necesario eliminar toda la piel blanquecina que rodea las semillas para evitar el amargor. Si te resulta complicado, córtala en cuatro partes evitando en lo posible romper los granos con el cuchillo.
Combina muy bien con melón, frambuesa, mora, etc. en macedonia. El zumo se llama granadina y se puede tomar directamente sólo o combinado con naranja por ejemplo o utilizarlo para elaborar otros platos. También se usa para preparar helados, cremas, etc. pues resulta muy agradable en platos dulces. Otra opción es añadirla a la ensalada y combinarla con alimentos salados como el jamón, atún, etc. si te gusta el contraste.
Te proponemos una deliciosa ensalada. Necesitas lechugas variadas (los brotes envasados son una buena opción), un aguacate troceado, 500 gramos de gambas peladas y cocidas, un tomate, 2 granadas, un puñado de nueces y un aliño (aceite de oliva, vinagre de manzana, pimiento verde, un ajo y media cebolleta bien picados). Mézclalo todo en un bol y alíñalo. Sírvela fresca.
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