Los expertos señalan que los alimentos de la comfort food (comida confortable) se denominan así porque resultan deliciosos, reconfortantes, nostálgicos y honestos, que evocan sensaciones maravillosas vividas en la infancia. Y está claro que es así porque todos recordamos alguna experiencia inolvidable y agradable alrededor de la mesa…y son muchos los que dicen, por ejemplo, “mi plato preferido es la tortilla de mi madre” o “las mejores croquetas son las que prepara mi abuela”.

También es importante señalar que, si hay que elegir, las mujeres escogen alimentos como el chocolate o las galletas y los hombres las sopas o las pastas. Se cree que se asocia a que la mujer asocia la comida “caliente” con el trabajo de elaborarla, algo que no hace el hombre (aunque son muchos los que cocinan, por lo que no está demostrado que sea ese el motivo). Lo que sí comparten es que a ambos grupos les apetecen en momentos de alegría, no cuando se encuentran tristes.

Los estudios de marketing realizados por los expertos concluyen que el exceso de opciones resulta negativo a la hora de elegir. Es como si nos aturullásemos y fuésemos incapaces de decidir lo que más nos conviene, apetece, deseamos…Esta idea es la que ha provocado la aparición de locales especializados en un único producto (restaurantes, por ejemplo) en cuya “carta” (si la hay) sólo existe una opción alimentaria.

Se dedican a elaborar un plato tradicional (croquetas, bocadillos, tortilla, albóndigas, etc.) o a utilizar un alimento y “prepararlo” de manera diferente (manzana, queso, etc.). Como ejemplo, si te gusta el queso, existen locales en los que puedes degustar los de diferentes países con una presentación muy elaborada y combinados con elementos que resultan perfectos (mermeladas, nueces, pasas, etc.).

La ventaja es que estos locales están muy especializados en ese producto concreto, por lo que se garantiza al cliente la calidad y frescura ya que no se atrasan en sus despensas. El inconveniente es que no hay nada más… así que es imprescindible que te guste lo que preparan. Además, suelen ser comidas con un alto contenido en carbohidratos, aunque hay diferentes posibilidades.

La bebida seleccionada también es importante. Lo mejor es elegir lo que más te guste, pero consultar no está mal, ya que en muchos locales combinan la comida con la bebida (vino tinto, cava, cerveza, etc.). Un perrito caliente, por ejemplo, “pide” una buena cerveza; un bocadillo de jamón…lo admite todo.

Prueba las distintas opciones que puedes encontrar en diferentes ciudades europeas si viajas a ellas. Perritos calientes, albóndigas, bocadillos de jamón serrano, tortilla, bocadillos de calamares, etc. Encontrarás de todo (dulce o salado) y podrás disfrutar de tu comida preferida con un toque diferente.