El caso del pequeño Diego, un niño que 11 años que se quitó la vida porque no soportaba ir al colegio, ha vuelto a disparar todas las alarmas sobre las situaciones de acoso y violencia que los alumnos pueden llegar a vivir en las aulas. No son solo cosas de ...
El caso del pequeño Diego, un niño que 11 años que se quitó la vida porque no soportaba ir al colegio, ha vuelto a disparar todas las alarmas sobre las
situaciones de acoso y violencia que los alumnos pueden llegar a vivir en las aulas. No son solo cosas de niños: el
bullying puede provocar situaciones angustiosas con consecuencias dramáticas.
Según datos de la
Organización Mundial de la Salud, un 24,8% de los niños españoles entre 11 y 18 años sufren o han sufrido acoso escolar. En el 90% de los casos se manifiestan
señales de alerta que los padres aún no logran descifrar en casa.
“Al no afrontar debidamente este tipo de comportamientos y no tomar medidas para corregir estas conductas en edades tempranas, el número de acosadores frecuentes va creciendo con los años. Estos niños van adquiriendo un modelo de relación interpersonal tóxica y depredadora, basada en la fuerza y en la imposición, que va consolidándose con los años”, señala
Verónica Rodríguez Orellana, directora y terapeuta de
Coaching Club.
Según datos de Coaching Club, el acoso escolar se ha convertido en la primera preocupación de los padres tras los últimos suscesos ocurridos en España. El número de visitas a las consultas se han ido incrementando en el último semestre de 2015. Nos encontramos con la necesidad de dar respuestas a los padres que sienten que los protocolos de actuación de las instituciones son insuficientes para apaliar esta epidemia en dónde, cada vez más, se hace necesario la restitución de los derechos vulnerados de los menores frente al acoso escolar .
Detectar estos síntomas se vuelve en un factor clave para la prevención y lucha contra este acoso. La vuelta al colegio tras las vacaciones ya sean de verano, de Navidades o Semana Santa suelen ir acompañadas de la agudización de los síntomas. Por lo tanto los meses de Septiembre-Octubre, Enero y Marzo-Abril, son épocas en las que mayor atención se debe prestar al estado anímico de los menores.
¿Cómo podemos detectarlo desde casa?
Existen algunas actitudes comunes entre los niños que sufren este tipo de acoso. Podrás detectarlo en los menores cercanos a ti cuando:
- Notes un especial cambio de conducta en el niño/adolescente.
- La víctima no quiere asistir a clase.
- Sufre el Síndrome del domingo por la tarde.
- Notas que tiene golpes y moratones injustificados.
- Muestra un alto grado de irritabilidad y nerviosismo.
- Experimenta cambios de carácter.
- Presenta tristeza injustificada.
- No tiene ganas de ver a sus amigos ni de salir de casa.
- Pérdida de objetos, por ejemplo, pérdida del dinero que les das para el recreo.
- Padece cefalea y dolores abdominales.
“Hay que tener muy en cuenta que el acoso escolar no es un juego inocente. El acosado no sobrevive al mismo reaccionando con una venganza de idéntico nivel y que el bullying dista de favorecer el endurecimiento del carácter de un niño, sino que siempre constituye una violación grave de sus derechos, degrada su dignidad como ser humano y puede tener unas secuelas difíciles de restañar en el devenir vital del individuo”, explica la directora de Coaching Club.