No son muchos los hogares en los que se utilizan estos elementos (que también forman parte de la anatomía del animal) para elaborar sencillas recetas o elaborados platos que forman parte de la denominada “cocina de autor”. La influencia de nuestra educación e ideas preconcebidas inadecuadas es lo que más nos aleja y menos nos anima a probar y disfrutar de su versatilidad y sabor.

Son muchos los países que tienen integrado el consumo de vísceras, sangre, huesos, etc. de animales en su gastronomía. No ocurre lo mismo en Occidente donde normalmente se utiliza únicamente la parte muscular del animal. A nivel nutricional, los expertos indican que estos elementos contienen vitaminas (A, K 2, D, del grupo B, etc.), minerales (hierro, cobre, cinc, etc.), aminoácidos, etc. muy importantes para el organismo. También recomiendan conocer el origen del animal que vamos a consumir, pues es muy importante que su alimentación haya sido lo más natural posible para evitar que lleguen al organismo humano elementos tóxicos.

Analizando los datos facilitados por los expertos, podemos indicar que entre lo que se consume con mayor frecuencia se encuentran:

-Callos, trozos del aparato digestivo de la vaca. Se preparan guisados, normalmente con garbanzos.

-Carrilleras, los laterales de la cabeza del animal. Suelen cocinarse estofadas.

-Corazón, con muy poca grasa, suele comerse encebollado (como el hígado) o combinado con otras vísceras guisadas.

-Criadillas, son los testículos de varios animales y suelen prepararse fritos o en tortilla.

-Hígado, normalmente encebollado y con arroz blanco hervido como guarnición aunque también es frecuente hacerlo empanado.

-Lengua, debe lavarse muy bien y hay quien incluso la pela antes de cocinarla. Se prepara cocida, guisada o curada.

-Manitas, deshuesadas o enteras suelen elaborarse cocidas o guisadas.

-Mollejas, glándulas de crecimiento de varias especies que pueden comerse fritas, al ajillo, a la plancha, cocidas, etc.

-Orejas, ya sean cocidas, guisadas o fritas resultan muy sabrosas.

-Riñones, que deben limpiarse muy bien para eliminar sabores desagradables que alterarían la receta. Se cocinan salteados o guisados y también se añaden a las paellas.

-Sesos, deben limpiarse adecuadamente y blanquearse antes de freírlos en aceite de oliva y rebozados en harina o pan rallado.

Si te gustan nuestras propuestas, utilízalas para consumir estos alimentos. Si prefieres inventar algo nuevo, aprovecha lo que ya conoces y elabora otras propuestas interesantes que te permitan disfrutar de su sabor y propiedades nutritivas. Evita la ingesta de productos de los que no conozcas el origen y no abuses de su consumo, porque no pueden constituir la base de tu alimentación diaria según señalan los expertos.