La historia de Coco Chanel es sin duda una de las más cautivadoras del mundo de la moda y del perfume. Chanel nº 5 ha encontrado la pareja perfecta con Boy, la novedad de Chanel que encierra una leyenda.

Primero olemos el perfume, después nos adentamos en la historia

Boy Capel, el intenso amor de Gabrielle Chanel durante doce años, se convirtió en leyenda al fallecer siendo muy joven. Y es esta pasión efímera, esta época fascinante, la que sirve de inspiración al Perfumista de la Maison CHANEL, Olivier Polge. En lugar de centrarse en su biografía histórica, prefirió centrarse en la influencia que Boy tuvo en Gabrielle. En los archivos que se conservan en la Maison encontró un rasgo fundamental: la irresistible elegancia de Arthur Capel. Su forma de peinarse hacia atrás, la importancia que le daba a los cuellos de las camisas, el estilo que tenía con la ropa de montar e incluso al ir a dormir. Y además, tenía un cuerpo musculoso que mostraba durante sus vacaciones en San Juan de Luz, esa fuerza viril que parecía embelesar a la frágil figura de Coco.

Una mitología masculina que sirve de inspiración a Olivier Polge y que le hace decantarse por el fougère. Una estructura que mezcla de manera tradicional la lavanda y el geranio con la cumarina y el musgo, un acorde clásico de la perfumería que evoca el afeitado perfecto y la virilidad auténtica. Un punto de partida para ir aún más lejos. 

Caledoscopio de Geranio Rosat

Al igual que Gabrielle Chanel se apropió del guardarropa masculino sin renunciar a su feminidad, el perfumista Olivier Polge encontró la inspiración en la mezcla de géneros imaginando la huella que deja un hombre en la piel de una mujer. Ese aroma tan especial del amor que surge cuando la fragancia del otro se fija en la piel, cuando la fusión de perfumes hace que nazca otro diferente. De la estructura del fougère, el nariz se sintió especialmente atraído por el geranio rosat. Una flor andrógina con facetas tanto mentoladas como rosadas. Una variedad cuyo potencial se ha visto empañado por su utilización monótona en la decoración de balcones pero que puede resultar espléndida si se cultiva de manera adecuada. En Pégomas, en la zona de Grasse, donde CHANEL produce su jazmín grandiflorum y su rosa de mayo, Olivier Polge renueva esta materia prima ennoblecida. Le parece de una simplicidad irresistible; solo queda darle un nuevo enfoque, un nuevo impulso y un toque femenino. 

Un legado de distinción

Desde el primer momento aparecen notas vivas de cáscara de limón, pomelo y una lavanda con la que parece que nos acabáramos de frotar las manos. Una explosión aromática que anuncia el corazón de geranio rosat. Esta flor, que emana olores a citronela, menta y rosa que suelen recordar al lichi, viene acompañada de rosa y una flor de azahar tan suave como sorprendente. Y como si el perfume se perfeccionara al entrar en contacto con una piel dorada por el sol y ligeramente salada, el geranio se funde poco a poco con la madera de sándalo, la heliotropina almendrada, la cumarina, un toque de vainilla y acordes de almizcles algodonados. En la fragancia está presente toda la estructura del fougère. Y a la vez, está totalmente reinventada. Ya no es importante saber si la composición está hecha para un hombre o para una mujer. La distinción es lo que se impregna en la piel. 

Geometría de líneas puras

Fiel a la arquitectura de los frascos de la colección LES EXCLUSIFS DE CHANEL, BOY CHANEL se guarda en un monolito de vidrio depurado. El tapón está imantado para que su logo siempre quede alineado con la etiqueta. Unas formas sencillas que se adaptan a cualquier persona. BOY CHANEL, en dos formatos (200 ml y 75 ml), estará disponible a partir de junio de 2016. Bastan tres letras para marcar toda una vida. Las tres letras del apodo de Arthur Capel, ese hombre elegante, con bigote y trajes de tweed a medida, que fue mucho más que el gran amor de Coco. Fue el primero que realmente creyó en el singular talento de la joven Gabrielle. 

Le gustaba contar que Capel le dijo "Ya que te gustan tanto, voy a hacer que un sastre inglés rehaga las prendas que llevas todos los días aportándoles un toque de elegancia". Gracias al capital que Arthur invirtió en la apertura de su primera boutique parisina (y que ella le devolvió íntegramente, un ejemplo de su mítica independencia), Gabrielle revolucionó el estilo de la mujer y liberó su cuerpo tomando prestado del guardarropa masculino aquello que le parecía esencial. Es en este momento cuando nacen todos los elementos fundacionales de la Rue Cambon. Pero Boy no es solo un hombre que confía en ella. Es el susurro de una enamorada a su enamorado. Es la promesa de una vida llena de aventuras.

Es el intelectual leído que siente pasión por la política y el espiritualismo, el que introdujo a Gabrielle Chanel, entre otros, en el mundo del esoterismo, de los símbolos y la cultura oriental. Es el jugador de polo con un porte distinguido. Es la risa de la mañana, la fuerza del deseo. Es la persona con la que puede ser ella misma. Y porque nunca dejó de influir en Gabrielle y en la Maison CHANEL, BOY CHANEL se une ahora, de forma natural, a la colección de LES EXCLUSIVES DE CHANEL. Un homenaje olfativo a una pasión que puede con todo y al eterno juego del masculino-femenino.