Los mecanismos que tenemos para regular nuestra temperatura pueden no funcionar con la consiguiente pérdida de agua y electrolitos necesarios para el funcionamiento de los distintos órganos. Los más expuestos a sus consecuencias son las personas mayores, lactantes y niños menores de 5 años. Así mismo, los que realizan un sobresfuerzo físico, personas con tensión alta, enfermedades respiratorias y cardiacas, embarazadas, etc.

¿Qué es un golpe de calor?

Es un trastorno que aparece con temperaturas ambientales muy altas, especialmente si la humedad es elevada, y se caracteriza porque el organismo no puede controlar su temperatura y esta aumenta rápidamente por encima de los 39,5º en poco menor de 15 minutos. Cuando el golpe de calor es producido por una sobreexposición al sol, se llama insolación.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas, tanto en el golpe de calor como en la insolación, son dolor de cabeza y mareos, seguidos de calambres musculares y nauseas; también pueden aparecer delirios, convulsiones, pérdida de conciencia, el coma o incluso el fallecimiento. Además la temperatura alcanza los 40º y se produce taquicardia y sequedad en la piel.

¿Qué hacer?

Las personas que presenten estos síntomas deben ser enfriadas rápidamente y atendidas por persona sanitario. Lo primero es colocar a  la víctima en una lugar fresco, aplicar aire y agua fresca mediante una ducha o mojando la ropa. Si no se ha perdido la conciencia, lo mejor es llevarla hasta el médico de urgencias más cercano y si está inconsciente es mejor no movilizarla. Es importante, en este caso, acostarla de lado para evitar que se atragante con un posible vómito.

Más vale prevenir

Unas simples medidas son suficientes para evitar un problema de este tipo:

1.- Beber agua u otros líquidos sin esperar a tener sed, aunque hay que evitar las bebidas con cafeína y alcohol que provocan que el cuerpo pierda agua.

2.- Llevar ropa de color claro que refleja el sol, así como no pegada al cuerpo y transpirable. También es importante cubrirse la cabeza con un sombrero.

3.- Reducir la actividad física al aire libre durante las horas más calurosas y si no se puede, habrá que extremas las precauciones.

4.- Descansar con frecuencia en la sombra para permitir que el cuerpo se enfríe de manera natural.