Tanto si te quedas en Bilbao, como si viajas a San Sebastián, merece la pena que reserves al menos un par de días para conocer esta parte del País Vasco. Todo ello está enmarcado en la reserva de la bioesfera de Urdaibai, un paraíso natural de más de 200 km². Una estrecha carretera plagada de curvas nos guiará a ras de los acantilados de maravillosas playas.

Bermeo, Mundaka y San Juan de Gaztelugatxe: el triángulo mágico

Estos tres puntos de interés son de visita obligatoria y se encuentran en un ratio de 10 kilómetros, cosa que los hace perfectos para una escapada de fin de semana o unas vacaciones exprés.

Sabrás enseguida que has llegado a Bermeo por el color de las casas de los pescadores junto al puerto. Es, sin duda, el pueblo costero más pintoresco de la costa vasca y uno de los puertos  más importantes de Vizcaya. Siéntate en la terraza de uno de los muchos bares del puerto a comer unos pintxos y unas rabas, y luego piérdete entre las callejuelas del pueblo, el casco antiguo y su muralla del siglo XIV, de la que todavía se conserva la Puerta de San Juan.

A tan sólo 3 kilómetros de Bermeo encontrarás esta maravilla de la naturaleza. Gaztelugatxe es un pequeño islote unido al continente por un estrecho camino y una cuesta de 230 diminutas escaleras de piedra que conducen a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, del siglo X. Desde arriba podrás contemplar parte de la costa y la isla de Ízaro, fuente de conflictos históricos por su propiedad entre las localidades de Bermeo y Mundaka.

A 2 kilómetros de Bermeo encontrarás Mundaka, un pueblo de apenas 2.000 habitantes famoso por su ola de izquierdas, considerada por los expertos del surf como la mejor de toda Europa. Allí se celebra el campeonato internacional Billabong Pro Mundaka, que atrae a surfistas y a visitantes de todo el mundo. Otro de los motivos por los que esta pequeña localidad es conocida es por sus famosos carnavales o aratusteak, que se celebran todos los años en esta época y están envueltos de historia y mitología vasca.

Verano o invierno, otoño o primavera. No te arrepentirás de elegir la costa vasca en ninguna de las estaciones. Si decides ir en esta época del año, prepara el disfraz para los carnavales de Mundaka, y si prefieres ir en verano, prepara la tabla de surf y el traje de baño. En cualquiera de los dos casos, ten a mano calzado cómodo de monte y hazte con una buena cámara de fotos, porque querrás guardar un recuerdo de cada rincón.