Hace unos años mucha gente aseguraba que se trataba solo de una moda pasajera. Sin embargo, el tiempo les ha quitado la razón. Cada año se venden en España más palas de pádel, y paulatinamente le ha robado terreno a su hermano mayor – el tenis-. El hecho de que se trate de un deporte más dinámico y que requiere algo menos de técnica, hace que sea más divertido tanto para los neófitos como para los que ya atesoran cierto nivel.

Siendo así, cada vez son más los clubes que se están abriendo por todo el país, por lo que la oferta para los amantes del pádel es cada vez más variada y completa. Los que estamos enganchados a este deporte tenemos la posibilidad de elegir entre una gran variedad de clubs con distintas ofertas de precios, superficies y servicios.

Sin duda, el usuario es el gran beneficiado de esta competencia, que no ha hecho otra cosa que obligar a las instalaciones que quieran seguir en la lucha a ofrecer cada vez más comodidades a sus socios y clientes.

Así, si hace unos años  nos teníamos que conformar con las únicas pistas que nos quedaban cerca de casa, ahora es habitual que en un radio relativamente pequeño tengamos varios clubes entre los que elegir.

Por mi parte, he tenido la ocasión de jugar en varias ocasiones en el Slampadel Club de Collbató y, simplemente, son las mejores instalaciones en las que he jugado. Tanto si buscas un club para hacerte socio como si quieres encontrar un sitio para jugar de forma esporádica, se trata de una elección inmejorable.

Slampadel tiene 7 pistas de césped artificial acristaladas con iluminación profesional, sala de entrenamiento, sala de masajes, servicio de monitor para los más pequeños, cursos para niños y adultos y torneos, entre otros muchos servicios. 

A su oferta deportiva hay que sumar una gran variedad de actividades sociales como cenas con espectáculo, noches temáticas o una sala de exposiciones con capacidad para 100 personas en la que tiene cabida reuniones de negocios, celebraciones y todo tipo de actividades empresariales o corporativas.

 Además, este club también destaca por su cara soldaría,ya que organiza torneos y actividades de caracter benéfico en colaboración con la Fundación Cruyff.

Por si fuera poco, una vez acabado tu partido, puedes comer en las propias instalaciones del Club, donde se encuentra el restaurante del chef Antonio Iglesias  - El Nou Rovell-, con capacidad para 130 comensales.

Aunque la oferta de servicios de Slampadel y la calidad de sus instalaciones es sobresaliente, lo mejor de todo es su entorno, enclavado a los pies del macizo de Montserrat, jugar un partido de pádel en un día soleado viendo el perfil de esta impresionante montaña es un plan difícil de igualar para esta primavera.