Reza una máxima que el ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, y es algo que todos podemos constatar con solamente abrir un libro de historia, pero que, concretamente, en materia de ciberseguridad, Norton ha puesto de manifiesto con un reciente estudio.

La multinacional productora de soluciones de seguridad realiza anualmente el estudio Norton Cyber Security Insightses, para cuya última edición ha entrevistado a 20.907 usuarios de dispositivos móviles, mayores de 18 años y repartidos entre 21 mercados. El margen de error estimado en los resultados es de un +/-0,68%, y los resultados hablan por sí solos.

Tres de cada cuatro internautas que fueron víctimas del cibercrimen, siguen incurriendo en prácticas de riesgo, lo que les lleva a ser, nuevamente, víctimas potenciales de las organizaciones mafiosas que operan a través de la red.

Pone especialmente los pelos de punta saber que muchas de estas personas llegan a realizar prácticas tan absurdas como compartir contraseñas con amigos y conocidos. Por mucha confianza que estos nos generen, una vez compartido un dato tan vital para la seguridad como este, perdemos el control de lo que se hace con él, ya que nuestros amigos pueden guardarlo apuntado en un lugar tan poco seguro como un fichero de texto plano sin codificar, y puede llegar a manos de los cibercriminales.

Ante esta situación, mi primer consejo es que TODOS tenemos que interesarnos por la seguridad informática, y eso significa informarnos. Así como todos estamos preocupados con la seguridad física del hogar y conocemos las opciones a nuestra disposición (instalar puertas y ventanas de seguridad, una alarma,...), todos deberíamos informarnos sobre la seguridad informática en alguna de las numerosas páginas de divulgación que existen en Internet.

De la misma forma, deberíamos adquirir e instalar una solución de seguridad integral (no solamente un antivirus simple) que nos proteja tanto de los patógenos que circulan por la red, como de otras amenazas como el phishing.

Las actualizaciones del sistema operativo también deben mantenerse al día; aprender cómo se hacen y seguirlas con cierta asiduidad es tarea nuestra.

Y, finalmente, por favor, descartemos ya de una vez por todas esas opiniones de que la tecnología debe ser más fácil y asequible para todos; los ordenadores son máquinas que pueden hacer millones de cosas por nosotros, es lógico que sean más complicadas en su funcionamiento que programar un vídeo.

No pidamos que se nos simplifique más; en los últimos años, los desarrolladores han hecho un gran esfuerzo adaptando el software para que sea más fácilmente utilizable, pero nosotros también debemos hacer el esfuerzo de aprenderlo.

En ello nos jugamos la seguridad de nuestros datos e, incluso, la seguridad de los demás, puesto que, una vez conquistado nuestro ordenador, los cibercriminales pueden utilizarlo como base para saltar los ordenadores de nuestros contactos.