El amarillo es energía, vitalidad y optimismo, además, está muy de moda y forma parte de multitud de prendas y complementos en tendencia, pero ¿y si lo adoptaras para tu casa? Da igual que sea verano o invierno, tu hogar se merece algo de color y nada mejor que el amarillo para conferir buen rollo y aportar un toque vitamínico ideal. Existen muchas ideas diferentes para que el amarillo forme parte de tu vida y, en este caso, de tu casa. ¿Te animas a combinar tu hogar con algunas pinceladas de amarillo?

Puede que te resulte difícil de combinar, lo cierto es que no es un color fácil, pero si aportas detalles sencillos y no demasiado estridentes, podrás hacerlo fácilmente. Ten en cuenta que el azul, el gris y el blanco son colores que quedan estupendamente bien con el amarillo, a partir de ahí toma tus propias decisiones y, si te apetece, juega con otros colores.  

Los girasoles son flores muy bonitas, frescas y veraniegas. Las podrás encontrar en tu floristería habitual durante los meses más cálidos, aunque para el resto del año puedes optar por comprarlas artificiales y ponerlas en jarrones transparentes para conceder altas dosis de vitalidad a la habitación.

Tanto igual sucede en el caso de los tulipanes y los limones, que resultan ideales con jarrones dispuestos tanto en el salón como en la cocina. La ventaja de los limones es que los tienes todo el año y podrás cogerlos de tu florero u objeto decorativo cada vez que los necesites. Tienen un amarillo intenso y son ideales para decorar cualquier estancia de tu hogar.

Los textiles son una parte muy importante y podrás escoger entre multitud de diseños con diferentes estampados. El amarillo es un color que está de moda y se lleva tanto en cojines como en colchas, sábanas o mantas, aunque también está presente en algunos muebles como sofás, sillones, taburetes, bancos para la terraza o patio o sillas vintage.

Puede que te gusten las manualidades, en cuyo caso no está de más que recicles viejas tablas de madera para hacer cabeceros o simples cuadros decorativos para tu pared. Pinta el fondo amarillo e incluye letras en color blanco. Tal vez puedas añadir algún detalle adicional como un pequeño corazón pintado en color gris. Quedará ideal.

Y si alguna vez te has planteado pintar la puerta de entrada de tu casa, puedes hacerlo en color amarillo. Sí, es muy atrevido, pero con ello potenciarás tu recibidor y lo llenarás de personalidad y de un encanto especial. 

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