“El fin de semana me puse ciega. Llevo una racha… ¡no paro de comer! .  De verdad que yo como mucho, será por los nervios, que lo quemo todo”. Te suena, ¿verdad? Eso demuestra que todas tenemos la típica amiga a la que odiamos porque, aunque come como una lima, no engorda. A veces no la creemos. Pensamos que, cuando no estamos con ella, se pone en huelga de hambre. No puede ser que nosotras, comiendo menos cantidades, engordemos solo con mirar la comida que nuestras amigas tan esbeltas disfrutan mientras nos tomamos un triste té con hielo. Sigue leyendo atentamente, quizás cambies de opinión y entiendas que  muchas veces el exceso de peso depende de otros factores.

La obesidad o el exceso de kilos no siempre se deben a que comamos en exceso.  ¿Por qué? El rendimiento energético no es igual para todos. Aunque suene poco creíble, en algunas personas está en su naturaleza crear reservas con poco y es algo que puede suceder en distintos miembros de la misma familia y en otros no, que puede que sufran un desarreglo interno no siempre fácil de comprender.

Según una de las autoras más afamadas de libros sobre cocina mediterránea (y sobre cocina, en general), la francesa Simone Ortega, los casos más numerosos de obesidad son el resultado de excesos alimenticios en un momento de la vida: bien sea porque la vida te obliga a ello, porque confundes tener hambre con tener ganas de comer o porque uno compense a través de la comida frustraciones afectivas.

En cualquier caso, no sería honesto describir un comportamiento alimenticio tipo. Cada persona depende de sus circunstancias y de los diferentes acontecimientos que favorecen la pérdida o el aumento de peso. Pero lo que sí está demostrado es que algunos alimentos, asociados entre sí, permiten limitar los riesgos de sobrepeso y enfermedades relacionadas con la obesidad.

Lo ideal sería equilibrar nuestros platos a la vez que disfrutamos del placer que es comer y, combinando bien los alimentos, se pueden conseguir ambas cosas. La autora de 1.080 recetas de cocina  nos da algunos ejemplos de asociación de alimentos:

• Alimentos glucémicos (pizza, pasta, arroz, patatas) + vinagre= menos diabetes
• Feculentos + verduras verdes = menos kilos
• Grasas animales + fibras = menos colesterol
• Alimentos acidificantes + alcalinos = menos osteoporosis
• Sodio + potasio = menos tensión
• Cereales + legumbres = menos cansancio
• Beta caroteno + materia grasa + especias = menos enfermedades

La verdad es que aún sabemos poco de los mecanismos que operan en la obesidad, pero desde luego, ésta no siempre está relacionada con una mayor ingesta de calorías ni con la falta de voluntad. Así que, antes de dejar de comer, ve al endocrino y, entre los dos, haced el planning de comidas más adecuado para ti y tus circunstancias. ¡Comienza tu operación biquini más saludable!