Todos nosotros en algún momento de nuestra rutina diaria nos dejamos llevar por el pesimismo; empezamos a tener pensamientos negativos que generan inseguridad y miedo. Nos sentimos atrapados por una sensación dura y constante de derrota frente a la vida. Los sentimientos negativos y positivos los genera nuestra mente bajo diferentes prismas emocionales: la experiencia, la educación, el entorno... son valores que van cimentando poco a poco el nicho del pesimismo en nuestra personalidad.

Dejarse llevar por el pesimismo acarrea consecuencias muy dolorosas, estancando nuestra actitud y relación con los demás, perdiendo la ilusión por crecer y hacer cosas en la vida. Las tensiones y el estrés que genera el pesimismo nos afecta también físicamente; es común la aparición de dolores musculares, rigidez y dolor de cabeza.

Las emociones y las actitudes pueden modificarse con un correcto planteamiento mental y trabajo diario. A continuación, mostramos las claves principales para comenzar a eliminar el pesimismo en nuestra vida:

1. Conoce tus pensamientos negativos. Es importante dejar fluir las emociones negativas para conocerlas y encontrar el origen de ellas. No es necesario regocijarse en estos pensamientos, simplemente con darles nombre será suficiente para entender su naturaleza.

2. No te castigues. "Machacarse" por dentro no sirve de nada. Emplear una purga interior dolorosa puede ser el desencadenante de más problemas emocionales tales como la baja autoestima y la inseguridad.

3. Vive el presente. Muchas veces un mal recuerdo del pasado, los errores cometidos y las malas decisiones tomadas atormentan a las personas generando sensaciones de vergüenza y culpabilidad. No se puede hacer nada por cambiar el pasado, es estéril atormentarse por ello, pero podemos trabajar para cambiar el presente y el futuro de nuestra vida.

4. Cambia las cosas. En ocasiones es necesario cambiar rutinas en nuestra vida para generar nuevas sensaciones. Se puede empezar por pequeñas detalles que nos hacen abandonar la sensación de vivir una vida temerosa y triste. Empieza a pensar en hábitos de vida diferentes a los que llevas. Cambia el escenario de manera radical: practica deporte, sal con amigos, habla más, etc. 

5. Comparte tus emociones. Socializar con tu entorno más cercano es muy recomendable. De esta manera, compartiremos nuestros miedos y los de los demás. Expresa tus sentimientos, dudas, problemas y encontrarás, en muchas ocasiones, soluciones y palabras que te ayudarán a ver las situaciones desde otro punto de vista.

El pesimismo es una sensación natural del ser humano.Todos poseemos pensamientos negativos, sólo de nosotros mismos depende dar un giro frente a la dinámica negativa y apostar por un cambio a favor del amor propio y el crecimiento personal.