La respiración es el principal proceso vital utilizado para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo; se trata de un intercambio de gases en nuestros pulmones, introducimos oxigeno y devolvemos dióxido de carbono. Un adulto respira unas 15  veces por minuto en circunstancias normales, acelerándose el proceso en momentos de fatiga, nerviosismo o ansiedad.

La respiración es un acto rutinario de suma importancia al que no se le da la suficiente importancia, por ello la mayoría de las personas respiramos de forma incorrecta acotando los beneficios que aporta.

Toda técnica de relajación o meditación parte de un pilar básico: la respiración, esto es porque el correcto aporte de oxigeno a nuestro organismo repercute en la salud y en el bienestar físico y mental; una buena respiración permite oxigenar correctamente las células de nuestro cuerpo ayudando en un mejor funcionamiento de nuestros órganos, aclara la mente y libera tensiones renovando la energía vital.

Por tanto, para comenzar a practicar la relajación, es necesario mantener un correcto control de la respiración. A continuación os acercamos una serie de consejos básicos que nos ayudarán a respirar de un modo pleno:

• Adoptaremos una posición erguida, con el pecho elevado procurando la alineación de nuestra columna.
• Relaja los músculos, evitando tensiones desde el cuello al tronco inferior. Despeja tu mente liberándote de las preocupaciones diarias e intenta fijar tu pensamiento en tu interior.
• Cierra los ojos e inhala lentamente el aire por la nariz sintiendo la entrada del mismo por los pulmones, a la vez disfruta como poco a poco tu cuerpo se llena de oxígeno sintiendo plenamente este momento
• Exhala el aire por la boca haciendo una pequeña fuerza con la zona abdominal para controlar la salida correcta del aire.

Este proceso ha de realizarse varias veces seguidas para conseguir un contexto adecuado para comenzar a relajarte. Descubrirás que poco a poco te irás evadiendo de la realidad manteniendo un lazo más cercano con tu interior.

Permitirnos el lujo de regalarnos unos minutos para respirar bien y relajarnos nos aportará grandes beneficios a medio y corto plazo, liberando tensiones, despejando la mente y fortaleciendo nuestro sistema pulmonar.