Mucha gente piensa que para cuidar su cuerpo y sistema digestivo, es fundamental empezar el día con un desayuno contundente para obtener energía, comer sano y cenar ligero y pronto para evitar engordar. Sin embargo, según se va investigando sobre el tema, lo de cenar poco y unas horas antes de irnos a la cama podría formar parte de un mito que carece de validez.

Replantéate lo que pué pones en tu plato cada noche

Parece ser que un estudio reciente han revelado que cenar tarde no es tan malo como muchos pensábamos. De hecho, las revelaciones aportadas en torno a este asunto aseguran que es más importante lo que comemos que la hora a la que cenamos.

Lo más seguro es que alguna vez te hayas sentido culpable por cenar tan tarde o que incluso hayas hecho lo posible para intentar no acostarte inmediatamente después de ingerir tu cena. Sin embargo, debes saber que este estudio ha dejado muy claro que esta creencia no sirve para nada, al menos en Reino Unido, un país con una tasa elevada de obesidad, donde se acostumbra a cenar a las 18 horas como muy tarde.

Ahora bien, estarás de acuerdo conmigo que no es lo mismo cenar una hamburguesa con patatas fritas a las 6 de la tarde, que un plato de verduras a la plancha a las 22 horas. Y es que es muy importante determinar qué comemos a la hora de la cena y cuál es nuestro estilo de vida para determinar si efectivamente lo estamos haciendo bien.

De hecho, según los expertos en nutrición, da igual cenar a las 7 de la tarde como a las 11 de la noche si nuestra cena va a consistir en verduras, fruta o cereales integrales. Y es que si los alimentos que vamos a tomar son beneficiosos, la hora no es tan relevante como pensábamos.

El horario importa pero no tanto

Como es lógico, el horario de la cena es algo que influye en nuestro bienestar. Si cenamos antes de dormir, nos sentiremos menos pesados a la hora de irnos a la cama, haremos mejor la digestión y conciliaremos mejor el sueño. Sin embargo, lo que resulta determinante es la elección de nuestra cena y cómo nos comportamos en nuestro día a día, es decir, si hacemos ejercicio, si llevamos a cabo una alimentación equilibrada y si contamos con una calidad de sueño óptima.

Algunos famosos y dietistas se permiten ser más restrictivos y promueven el ayuno como forma de vida. De hecho, aseguran que no comer durante horas hace que en el organismo tenga lugar un proceso sanador que combate el envejecimiento y potencia el metabolismo. En este tipo de ayunos intermitentes como el 16/8, suelen saltarse el ayuno, dando prioridad a la comida y a la cena.

Sea como sea, cuidar la alimentación también en la cena es la clave del éxito ante cualquier dieta de adelgazamiento que se precie. Lo ideal es apostar por cenas dotadas de proteínas, fibra, vitaminas y minerales a base de legumbres, verduras, pescado o fruta que sacien y reconforten.