Cuando nos juntamos por estas fechas siempre solemos preparar algún que otro entrante, pescado o marisco, carne y un postre. Tras la celebración nos encontramos con mil y un restos de elaboraciones que no sabemos qué hacer con ellas. Aparte de recurrir a las croquetas, albóndigas, caldos, pizzas o arroz, ...
Cuando nos juntamos por estas fechas siempre solemos preparar algún que otro entrante, pescado o marisco, carne y un postre. Tras la celebración nos encontramos con mil y un restos de elaboraciones que no sabemos qué hacer con ellas. Aparte de recurrir a las croquetas, albóndigas, caldos, pizzas o arroz, ¿por qué no aprovechar el pescado, la carne, o las verduras sobrantes para confeccionar una rica empanada?
En las panaderías de Galicia encontrarás diferentes variedades en cuanto a formas de elaborar, rellenos, tipos de harina, etc. pero su sabor te enamorará. Desde la clásica de atún, pasando por la de bacalao o en su versión bacalao con pasas, de "xoubas" o sardinas pequeñas, de pulpo, de berberechos, de mejillones, de zamburiñas, de lamprea, de centolla, hasta las de carne como de pollo, de cocido gallego, de panceta y chorizo, de "zorza" o carne adobada con el pimentón y ajo, de lomo, vegetal con champiñones, entre otras.
Lo bueno de este plato es que se puede transportar fácilmente y se come durante todo el año, por lo que una forma de degustarlo puede ser con el sonido del mar de fondo o en tus salidas campestres. Se sirve fría, aunque hay quien la prefiere recién salida del horno, y se suele adornar por encima con el resto de masa sobrante.
Pon un pocillo de agua a calentar en un cazo. Cuando esté templada, retírala e incorpora el taquito de levadura para que se disuelva (tan sólo necesitarás una por. En una sartén, vierte un chorrito de aceite e incorpora las cebollas cortadas en juliana junto con los ajos picados. Cuando la mezcla esté fría, espolvorea una cucharita de pimentón por encima, añade el pimiento troceado en crudo y revuelve. Reserva un poco de aceite de esta mezcla (puedes colar un poco si te resulta más cómodo). Coge el bonito y desmenúzalo para agregarlo a la elaboración anterior. En un bol, echa la harina y haz un hueco en el centro, añade en él la levadura disuelta, después le toca el turno a la leche y a la del vino blanco. Echa también la sal e incorpora un poco de aceite del mejunje. Esto se hace para que la masa adquiera el color rojizo. Amasas bien todo con las manos o con ayuda de una amasadora hasta que la masa no se pegue. Si necesitas un poco más de harina puedes añadírsela. Déjala reposar con un paño por encima en un lugar fresco y seco el tiempo entre 20 y 30 minutos. Cuando está haya duplicado su volumen, divide la masa en dos y estírala con un rodillo o con una botella de vidrio vacía. En la capa que actúa de base extiende el relleno con ayuda de una cuchara, pero sin llegar a los bordes de la misma. Después, tápala con la masa restante y no te olvides de darle forma a los bordes. Con las sobras de masa puedes decorar la empanada. Píntala con un huevo batido y haz un hueco en el centro para que respire en el horno. Hay quien en vez utilizar huevo emplea cerveza, eso según gustos. Precalienta el horno a 200 ºC y después bájalo a 180 ºC procurando que esta se haga por ambas partes. Una vez lista, sácala para una rejilla para que enfríe.
FOTO PRINCIPAL.: Photo by Nathan Dumlao on Unsplash.
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