En los productos para el cuidado del cabello, los sulfatos y siliconas suelen estar siempre presentes en su formulación. Estas sustancias artificiales sintéticas compuestas de hidrógeno, oxígeno y carbono son las responsables de que formen espuma, pero en los últimos años su uso ha empezado a ser cuestionado, enfrentándose a fuertes críticas. De hecho, muchas personas los han eliminado de sus rutinas de belleza.

Además de productos para el hogar y cosméticos, sobre todo se encuentran presentes en toda la gama de productos para el cuidado del cabello, desde champús y acondicionadores hasta protectores de calor. Son elemento sbásicos para el pelo porque recubren la raíz, lo que retiene la humedad y reduce el encrespamiento, dándole la codiciada sensación de suavidad y sedosidad.

Resultados a corto plazo, problemas a la larga

Dada su utilidad, se suele obviar los aspectos negativos. Pero hay una clara desventaja de los productos con sulfatos y siliconas para el cabello: la barrera que crean mantiene el cabello hidratado desde adentro, pero esta capa protectora puede impedir que otros ingredientes nutritivos penetren profundamente en el folículo piloso.

Con el tiempo, la silicona se acumula en la raíz, lo que da como resultado una sensación de sequedad, deshidratación y una apariencia opaca. Incluso puedes notar que el pelo debilita y está más propenso a romperse. Más al utilizar un tipo de silicona no soluble en agua, que puede dificultar aún más eliminarla con un lavado regular. Y además de dificultar la oxigenación del pelo son productos grasos

¿Son peligrosos?

Ahora bien, a pesar de sus inconvenientes, ni la silicona ni los sulfatos son sustancias químicas tóxicas, aplicarlas no daña la salud de ninguna manera. Si no son aconsejables es más que nada porque afectan al aspecto de tu melena.

Sin embargo, dado que están presentes en la mayoría de los productos y que no es fácil de antemano deshacerte de ellas, puedes empezar introduciendo en tu rutina de belleza cosmética natural poco a poco.

También vale la pena tener en cuenta de que existen diferentes tipos de siliconas y sulfatos, unos peores para tu pelo que otros. Por eso conviene que escojas productos con siliconas "transpirables" como la ciclometicona, más liviana y soluble en agua, por lo que se puede lavar fácilmente. Por el contrario, la amodimeticona y la dimeticona son tipos de silicona comunes y más pesadas de manera que fundamentalmente apelmazan el cabello.

Ojo igualmente a los champús que se promocionan con la etiqueta "sin silicona". Muchos productos para el cuidado capilar se comercializan así cuando en realidad quieren decir que no contienen ninguna de las siliconas "malas". Para asegurarte, revisa siempre la lista de ingredientes.

Champús sulfatos free

En cualquier caso, la mejor opción será siempre optar por productos naturales. Marcas dedicadas a este tipo de cosmética no faltan. Aquí nuestra recomendación para que empieces a probarlos. Como verás, los hay para todos los bolsillos:

-Champú sin sulfatos Discipline Fluidealiste Bain de Kerastase.

-Champú Reparador de Manteca de Karité de The Body Shop.

-Haircare Detox Plan de Freshly Cosmetics.

-Champú Retención de Hidratación de Manteca de Karité Cruda de Shea Moisture.

-Champú Professional Treatment Sin Sulfatos de Herbal Essences.