Una de las causas que más se repiten en las parejas que acuden a terapia es la falta de comunicación. Normalmente, la rutina puede jugar en nuestra contra y la escasez de tiempo se convierte en una traba que puede repercutir seriamente en las relaciones. Con el tiempo, el resultado es la pérdida de ilusión, comunicación y planes de futuro.

La pareja pasa por muchos momentos y no siempre son satisfactorios. A lo largo del camino, las personas tienen discusiones, desacuerdos y enfrentamientos que pueden terminar rompiendo los lazos que les unían.

Las terapias de pareja se presentan como un proceso llevado a cabo por un psicólogo que trata el conflicto y aborda el comportamiento de la pareja de forma individual. La complejidad en las relaciones de pareja es significativa porque estamos hablando de dos personas que piensan y actúan de forma diferente. De ese modo, hay que descubrir los motivos de su distanciamiento, la forma en la que se comporta cada uno y el compromiso que les permitirá avanzar como pareja.

La falta de comunicación, el principal problema

La comunicación es clave a la hora de resolver cualquier problema de pareja. Estamos de acuerdo que no es una cuestión que pueda abordarse de forma sencilla, pues muchas veces ni siquiera somos conscientes de los motivos reales por los que hacemos algo o lo censuramos. No debemos olvidar que una pareja está formada por dos personas que tienen su propia psicología y que además viven inmersos en una situación complicada asociada a la falta de tiempo, el trabajo, los hijos, la familia, etcétera.

Como hemos hablado, la rutina actúa como un elemento que desgasta la pareja. De hecho, uno de los principales problemas que se tratan en este tipo de consultas tiene que ver con el sexo en forma de discrepancias, disfunciones o carencia. Otro motivo común que puede afectar seriamente la relación tiene que ver con la infidelidad, un tema que debe tratarse con delicadeza.

Si tenemos en cuenta el lado emocional, los problemas en una pareja pueden venir por diferentes aspectos: dependencia emocional, conflictos de roles, gestión de los hijos, celos o crisis emocionales. Otro de los temas más comunes que también se tratan con cierta regularidad está asociado a problemas de fertilidad.

Tipos de terapia de pareja

Las parejas no son todas iguales, por lo tanto, las terapias de pareja tampoco lo son. Existen diferentes tipos dependiendo del conflicto o del profesional al que se pide ayuda. Sea como sea, un paso muy importante es hablar y asumir por parte de los dos que existe un problema que hay que resolver y superar en pareja.

Esto ya supone un buen comienzo que puede terminar en la búsqueda de un buen profesional y en una sesión de terapia. De ese modo, el experto analizará la situación y hablará con los dos miembros de la pareja para saber los motivos que les han llevado al conflicto y qué hacer para sanar la relación.

Existen dos tipos de terapia bastante diferenciados. Uno de ellos está basado en elementos emocionales, que deberán tratarse y sacar fuera. Otro de ellos se centra en el análisis de los roles que cada miembro ha adquirido en relación a la pareja, tratando de saber qué les ha separado.

Estas sesiones comparten cierta semejanza a las visitas al psicólogo, donde podemos expresarnos libremente y exteriorizar todo cuanto sintamos sin miedo. Todo ello con la ayuda del profesional, que irá desarrollando los motivos y hábitos de la pareja para hallar la mejor solución.

Ahora bien, las terapias de pareja también pueden servir para dar lugar a una ruptura saludable. El objetivo de cualquier sesión psicológica individual es vivir mejor, algo que también persigue la terapia de pareja. Por esa razón, una manera de encajar mejor la ruptura puede ser entender las motivaciones y circunstancias del otro.