Con la Covid, los problemas de salud mental han aumentado y ello parece ir a más. Según Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, pueden parecer invisibles, pero eso no significa que no existan. Al parecer, se sigue viendo como un estigma y eso nos lleva a no saber gestionar la ansiedad ...
Con la Covid, los problemas de salud mental han aumentado y ello parece ir a más. Según Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, pueden parecer invisibles, pero eso no significa que no existan.
Al parecer, se sigue viendo como un estigma y eso nos lleva a no saber gestionar la ansiedad correctamente cuando aparece. Cuando alguna persona querida cercana se abre y nos cuenta que sufre ansiedad, es normal no saber cómo responder. De hecho hay quien cree que se trata de una especie de depresión e intenta aportar positivismo, cuando son cosas diferentes.
Algunas personas no son conscientes de la realidad de esta pandemia silenciosa que supone la ansiedad y comentan que quizás es algo exagerado. Pero en lugar de esto, la persona ansiosa necesita confianza y cercanía. Lo mejor es decir: "Te entiendo, no estás solo/a. Estoy aquí si necesitas hablar", según Ixi Ávila.
Es muy importante no desacreditar los sentimientos de la persona que está pasando un mal momento, y validarlos buscando entender en vez de juzgar.
Sufrir ansiedad no es nada fácil. No es algo que se elija. De manera que en vez de decir, "No pienses en eso, relájate ya", la experta propone ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Por lo que es importante entender que la persona no se preocupa aposta, y que lo está haciendo lo mejor que puede. Si quieres apoyar ofrece tu ayuda sincera y deja que sea la persona quien te diga lo que necesita.
Está claro que si hay un problema de ansiedad, hay que pedir ayuda. Pero, además de la profesional, es muy importante la ayuda familiar. Entonces hay que expresar a quien tiene ansiedad que estamos ahí, y decir: "no hay nada de malo en pedir ayuda, todas las personas necesitamos de ella en algún momento y eso está bien", según la experta.
Para ayudar en esta pandemia silenciosa, una de las cosas que se pueden hacer es dar espacio a través de la escucha para que esa persona se pueda expresar, y no estigmatizar la posibilidad de pedir ayuda profesional cuando se necesite. Lo ideal es poder comunicarse y dejar hablar para que pueda explicar qué le pasa.
No hay que borrar ni disimular que realmente existe este problema. Pero si la persona está sumergida en la ansiedad entonces hay que intentar distraerle con otras cosas. A veces, banales o de poca importancia, pero que ayudan a centrarse en un estímulo que lo alejen de ese sentimiento de ansiedad y de sus síntomas.
Esta ayuda y comprensión debe ir también junto a un acompañamiento en caso necesario. Es decir, si la persona que tiene ansiedad y no puede ir sola a la consulta o a diversos lugares, es preciso que pueda contar con alguien que pueda acompañar en el momento que se requiera.
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