Este arreglo floral japonés tiene como finalidad la estética y la meditación, a la vez que busca un respeto profundo hacia la naturaleza, algo muy arraigado en la cultura japonesa. Por ello, todos los elementos que componen este "camino de las flores" tienen un significado. No solo las flores, sino ...
Este arreglo floral japonés tiene como finalidad la estética y la meditación, a la vez que busca un respeto profundo hacia la naturaleza, algo muy arraigado en la cultura japonesa. Por ello, todos los elementos que componen este "camino de las flores" tienen un significado. No solo las flores, sino que los troncos, las semillas, las hojas y las ramas de la composición floral son relevantes, al igual que el recipiente que las contiene. Un arte que trata de expresar la belleza de las flores como si se tratara de un poema o una pintura. Con un profundo amor y respeto por la naturaleza.
El ikebana se remonta al siglo VI, cuando desde China y Corea se introdujo el budismo en Japón y la costumbre de ofrecer flores en el altar. Esta ofrenda se perfeccionó para simbolizar el universo a través de ellos y plasmar el minimalismo. Basada en una forma de vivir en comunicación con la naturaleza, el ikebana es un arte en el que la naturaleza y la humanidad se unen.
Se trata, sin duda, de una expresión creativa pero que se basa en ciertas reglas. La principal es que todos los elementos utilizados en la disposición floral deben ser de origen orgánico. Por eso son obras efímeras, lo que las convierte en un acto de reflexión sobre el paso del tiempo. De ahí que no persiga, solamente, una apuesta por la belleza, la estética. Es una manera de meditar acerca del flujo de los ciclos de la vida.
Otro apunte a tener en cuenta en la jardinería ikebana es que todos los elementos del arreglo deben estar dispuestos según colores y formas, pero todos en base a una estructura de triángulo escaleno (cada punta representa el sol, la luna y la tierra), en una búsqueda constante de la armonía a través de la asimetría.
Aunque se busque la simetría y la armonía existen diversas posibilidades de arreglo floral que están basados en varios estilos. Vamos a ver los principales:
- Estilo formal: este estilo busca, con un alambre, construir un paisaje escénico y armonioso. El carácter intrínseco de la planta se refleja a través de nueve líneas y el triángulo no debe rozar el recipiente.
- Estilo Nageire: la composición floral parte del propio recipiente, que será largo y con boca estrecha, de tal manera que se pueda acentuar el camino natural de la planta. En este estilo no se cortan las plantas y se pueden entrecruzar las ramas.
- Estilo Moribana: se trata del estilo más occidentalizado de todos ellos y su objetivo es crear volumen y tridimensionalidad. Aquí se da una mayor importancia a los colores, las ramas y las flores.