Por eso, a lo largo de este post vamos a proponerte una serie de trucos para que mejorar la productividad en un entorno laboral doméstico nos resulte más llevadero. Porque compaginar la vida profesional y personal en un mismo ámbito y durante tantos meses, nos está pasando factura. Y no ...
Por eso, a lo largo de este post vamos a proponerte una serie de trucos para que mejorar la productividad en un entorno laboral doméstico nos resulte más llevadero. Porque compaginar la vida profesional y personal en un mismo ámbito y durante tantos meses, nos está pasando factura. Y no solo en lo emocional. Nuestro rendimiento profesional también se está viendo afectado, por lo que debemos aprender a gestionar nuestro tiempo, nuestra productividad y, sobre todo, las interrupciones en nuestro trabajo diario motivadas por esta nueva manera de hacer las cosas.
En este contexto totalmente diferente al que estamos acostumbradas en la oficina, trabajar desde casa comenzó siendo el sueño de muchas para convertirse, finalmente, en la pesadilla de casi todas. ¿Cómo hacemos para delimitar cuál es el espacio laboral y cuál el área familiar?, ¿cómo preparar bien las videollamadas con los niños a mi alrededor o chillando?, ¿puede combinar las tareas laborales con las tareas domésticas?, ¿y las actividades extraescolares de mis hijos? Porque no nos engañemos: en casa, el escenario laboral se diluye y entremezcla con el personal/familiar y, en ocasiones, nos resulta muy complicado separar ambos entornos.
Además de que nos acechan otras preocupaciones, como la soledad (en caso de que no tengas pareja ni hijos), la motivación o desmotivación, la rutina, las numerosas y posibles distracciones o la posibilidad de diseñar un calendario de entregas y cumplirlo. Toda una serie de posibles escenarios a los que se añaden otros, como evitar jornadas interminables, las malas posturas delante del ordenador o los malos hábitos alimentarios…
Para evitar todo ello vamos a ofrecerte una serie de pequeños consejos para mejorar tu dinámicas laboral mientras trabajas desde casa.
- Espacio de trabajo limitado: Prepara un espacio de trabajo cómodo, con una mesa de trabajo limpia y ordenada. Procura que la zona de trabajo sea para trabajar y mantén los espacios separados. Es decir, evita trabajar en el salón, sentada en sofá. Así podrás mantener el límite entre entorno laboral y familiar bien separado.
- No al pijama: Trabajar desde casa no significa hacerlo de cualquier manera. Piensa que vas a la oficina y vístete como si fueras a verte con tus compañeras. No hacerlo así te volverá más perezosa y redundará, negativamente, en tu motivación y productividad diaria.
- Planifica tu jornada cada día: Antes de encender el ordenador para ponerte a trabajar debes saber cuáles son las tareas que tienes que realizar. Lo ideal sería que la noche anterior le dedicaras un rato a saber tu horario y tu planficación del día siguiente. De esta manera, al día siguiente tendrás en la mente las ideas claras y podrás ir directamente a los proyectos pendientes o los más urgentes.
- Establece rutinas: A veces son necesarias. Conocer qué tenemos que hacer en cada momento nos va a resultar cómodo para no perder el tiempo y nuestra mente nos lo agradecerá. Así sabremos qué tiempo tenemos que dedicar al trabajo y qué tiempo nos queda para dedicarlo al ocio, al descanso y a nosotras mismas. ¡Que también es importante mimarnos! Planifica varios horarios y distribúyelos según tus necesidades y el plan semanal que te hayas establecido.
- Di no a las distracciones: Es muy importante que establezcas horarios para cada cosa y que le dediques el tiempo que has estimado. Ni más ni menos. Tener muchos frentes abiertos no nos va a permitir centrarnos en las tareas importantes, ni abarcar todo, ni ser productivas. Así que, dedica, por orden de importancia, un momento al día para el correo electrónico, las llamadas telefónicas, las redes sociales, etc.
- Cuida tu vida social: Aunque en los momentos sanitarios y sociales que vivimos es complicado tener vida social y compartir con los amigos esos ratos de ocio, es fundamental que lo cuides. Haz videollamadas con tus amigas con una copa de vino, mantén el contacto con tu familia, haz deporte, sal a pasear o caminar.... Todas estas actividades te mantendrán despierta y te ayudarán a reponerte del estrés laboral diario.
- Organiza tu semana: Existen numerosas herramientas que te permiten organizar las tareas de forma semanal y establecer avisos (como Google Calendar o Google Alerts), para que no se te olvide nada. Controla tus objetivos y bórralos y añade nuevos según los vayas realizando. Esta simple estrategia te ayudará a sentirte motivada y será una tremenda inyección de optimismo y energía.
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