"La principal causa del número elevado de alérgicos al polen parece hallarse en el efecto de la contaminación y el cambio climático sobre los pólenes. La contaminación debida a los motores de los vehículos y las calefacciones producen un ambiente hostil para las plantas y para poder subsistir tienen que ...
"La principal causa del número elevado de alérgicos al polen parece hallarse en el efecto de la contaminación y el cambio climático sobre los pólenes. La contaminación debida a los motores de los vehículos y las calefacciones producen un ambiente hostil para las plantas y para poder subsistir tienen que modificar su metabolismo produciendo nuevas proteínas denominadas stress, haciéndolos más agresivos. Esto explica el hecho de que en las ciudades haya más alérgicos que en las zonas rurales", explica el doctor Ángel del Moral, alergólogo y miembro de Top Doctors.
Este año, como ya ocurrió en el 2020, habrá un elemento que proteja a los alérgicos de los efectos de la alergia primaveral: la mascarilla. Sin embargo, los expertos comentan que, durante la pasada primavera, los pacientes alérgicos se quejaron de mayores síntomas oculares derivados del uso de las mascarillas. "Las mascarillas afectan sobre todo a la superficie del ojo ya que los ojos se secan por la desviación del aire hacia el globo ocular. Por este motivo, han aumentado de manera considerable las patologías que afectan a la superficie del ojo como las conjuntivitis, los orzuelos o las queratitis. El ojo seco es siempre mucho más vulnerable, al faltarle las defensas que la lágrima tiene", analiza el doctor Javier Araiz, oftalmólogo en el Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología.
El uso de las mascarillas, por el contrario, reduce las infecciones respiratorias de la gripe común, y de las infecciones bacterianas en los pacientes con bronquitis. Según explica el alergólogo Ángel Ferre, "durante la pasada primavera se notó una importante reducción de la exposición a los pólenes y, por lo tanto, la intensidad de los síntomas alérgicos fue menor. Este año se prevé esa mima mejora gracias al uso las mascarillas. Debemos utilizar las del tipo FFP2 con un tamaño de poro de 2,5 micras o mascarillas con filtros para pólenes y ácaros como las 3M".
Además, el 20% de la población asegura haber notado alteraciones cutáneas como granos y acné, así como rojeces y eccemas en la cara, tal y como aseguran los datos del último estudio realizado por la plataforma Top Doctors. Pero, además, los expertos aseguran que incluso hay personas que han desarrollado alergia a la propia mascarilla, y de ahí la aparición de ese tipo de alteraciones en la piel de la cara. Las reacciones cutáneas por el uso de las mascarillas se presentan con síntomas como picor y erupciones como los eccemas, enrojecimiento o urticaria, y pueden aparecer en no solo en las zonas en las que entra en contacto la mascarilla, sino también en cara, cuello o escote.
En los últimos 5 años las técnicas de diagnóstico y los tratamientos control de patologías alérgicas han avanzado mucho permitiendo a los especialistas establecer un perfil alérgico exacto de cada paciente. Además, para mitigar los síntomas de las alergias primaverales, los expertos de Top Doctors dan 5 consejos:
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