Si hacemos caso del refrán, supuestamente todos los días son El Día de la Tierra. Sin embargo, el 22 de abril es cuando se celebra popularmente. Hay quien dice que el 22 de abril fue elegido por ser el cumpleaños de Vladimir Lenin, aunque se trata de una mera coincidencia. Esta teoría se basa en que el objetivo de Lenin era destruir la propiedad privada, algo que también apoyaban los ambientalistas.

Sin embargo, una de las fundadoras de la organización del Día de la Tierra, Kathleen Rogers, no puede estar menos de acuerdo con ello. Según asegura, el 22 de abril de 1970 fue el primer Día de la Tierra porque caía en miércoles, según dicen, el mejor día, a mitad de la semana, para organizar una manifestación por el medioambiente.

Sin ir más lejos, acudieron a ella 20 millones de personas en EE.UU, muchos de ellos al salir de su trabajo. A partir de ese momento, cada año se celebra el Día de la Tierra con millones de personas uniéndose a la manifestación desde todas partes del mundo.

Donde todo comenzó

En los años sesenta empezó el activismo combativo. Por aquel entonces, la gente ya empezaba a ser consciente del sufrimiento del medioambiente y se mostraba enfadada. En algunas ciudades de EE.UU, en hora punta apenas se podía ver nada por la calle por culpa de la contaminación.

A pesar de ello, en la agenda política americana no existía nada relacionado con este punto, a pesar de que algunas personas intentaron a toda costa influir en ello, como es el caso del senador Gaylord Nelson, que lanzaba campañas en pro del medioambiente sin causar el efecto necesario.

Nelson siguió en su lucha para hacerse escuchar y en 1969 organizó una protesta inspirada en las manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam. En un ensayo que el mismo político realizó, aseguró que le llegaban todo tipo de cartas, telegramas y llamadas telefónicas desde todos los rincones del país.

El pueblo estadounidense estaba preocupado por lo que estaba ocurriendo con el aire, los ríos y con la tierra, y se prestaron a salir a la calle. La manifestación de aquel 22 de abril de 1970 fue muy exitosa en parte gracias a la ayuda de Denis Hayes, un actividad al que Nelson llamó para dejar huella. A finales de ese mismo año surgió la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU y desde entonces la política se preocupó para tratar de mejorar la calidad del agua y del aire.

¿Cómo ha evolucionado El Día de la Tierra?

A partir de ese día, la conciencia ambiental comenzó a manifestarse en Estados Unidos como una preocupación real de gran importancia. Ahora bien, los problemas medioambientales no sólo se basan en los agujeros en la capa de ozono, en las aguas tóxicas o en el aire contaminado. El impacto del ser humano sobre el medioambiente ha ido transformándose en algo muy difícil de combatir.

El Día de la Tierra no debería celebrarse un sólo día al año, pues el compromiso por un mundo mejor debe estar latente los 365 días del año. Los proyectos ambientales, la educación medioambiental y el cambio hacia un mundo mejor deben formar parte de algo continúo y los líderes políticos deben involucrarse al máximo para implantar soluciones efectivas.

El Día de la Tierra no genera el mismo impacto que tuvo lugar en el pasado, pero aún sirve para reflexionar y tomar conciencia.

¿Qué podemos hacer durante este día?

Las personas que quieran implicarse y celebrar El Día de la Tierra tal día como hoy, podrán hacerlo aportando su granito de arena. Educar a gente cercana, familiares y amigos, acerca del calentamiento global o sobre la compra de productos ecológicos como bombillas de bajo consumo puede ser una buena forma de empezar.