Vall d’Aran, Biosphere Destination
Natalia Sanjuan
La Vall d’Aran, comarca situada en la provincia de Lérida, en el Pirineo Catalán, posee una serie de características distintas a resto de valles del Pirineo. Ahora, además, ha recibido la distinción de Biosphere Destination, distinción que solo ostenta Barcelona dentro de Cataluña.
La denominación como Biosphere Destination es una certificación que otorga el Instituto de Turismo Responsable, entidad asociada a la UNESCO y de la Organización Mundial de Turismo, además del Global Sustainable Tourism Council, auspiciado por la Fundación de Naciones Unidas. Esta certificación reconoce a la industria turística de determinada zona ...
La denominación como Biosphere Destination es una certificación que otorga el Instituto de Turismo Responsable, entidad asociada a la UNESCO y de la Organización Mundial de Turismo, además del Global Sustainable Tourism Council, auspiciado por la Fundación de Naciones Unidas. Esta certificación reconoce a la industria turística de determinada zona geográfica por realizar una gestión sostenible del turismo como eje y centro de su actividad, poniéndolas como ejemplos de sostenibilidad en el sector a nivel internacional.
En este contexto y en el marco de la pasada FITUR 2014 (Feria Internacional de Turismo), La Vall d’Aran y sus municipios recibieron esta importante certificación, convirtiéndola en el primer destino catalán de montaña que la posee. Lo que significa que han realizado un Plan Estratégico de Turismo el cual tiene como pilares fundamentales el turismo responsable y la conservación del patrimonio cultural y natural.
Sin lugar a dudas, el trabajo realizado para alcanzar esta certificación, guarda relación con la apuesta por la sostenibilidad, no solo para la conservación de este privilegiado territorio para las futuras generaciones, sino que también busca continuar un camino para hacer de este paraje aún más competitivo tanto a nivel nacional como internacional, y al mismo tiempo posicionarlo como la esencia de los pirineos.
El esquí y los deportes de nieve son los que gozan de más prestigio en la zona, tanto por su situación geográfica como por las instalaciones hoteleras. Pero también gozan de una gran cantidad de alternativas en lo referente a turismo rural y gastronómico, lo que sin duda ahora sumados a esta distinción, hará que los amantes del turismo de naturaleza conozcan las bondades de una comarca montañesa.
Si aún no conoces esta reserva de la naturaleza, quizás una buena tentación sea ir a probar las típicas sopas, estofados o la olla aranesa. Eso claro sin olvidar el queso brossat tan típico de la zona y los crepes.
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