Las hemos visto infinidad de veces. En verano, cuando el calor no nos deja dormir, las luciérnagas sobrevuelan ventanas y terrazas rodeadas de ese halo de luz que emiten. Son de los pocos insectos capaces de brillar, con luz propia, en la oscuridad. Inspirados por estos "bichos de luz", Olivier Caizergues y Marcelino López abrieron Luciérnaga, hace ya cuatro años, en la calle Regomir (Gótico de Barcelona). El primero había trabajado en el departamento creativo de agencias de publicidad como Ogilvy & Mather (México); el segundo había estudiado interiorismo y trabajado como florista en el hotel Arts. "Ambos tenemos cierta sensibilidad visual", puntualiza.

"A los dos nos gustan los objetos de diseño y decoración originales, difíciles de encontrar en este barrio de Barcelona. Contamos con cerca de 90 proveedores de países europeos, como Italia, Francia, Holanda, Suecia, Inglaterra, etc. También tenemos algunas cosas de Barcelona, con el típico "panot" que se puede ver en muchas de nuestras calles", explica Caizergues, quien proviene del mundo de la publicidad. En Luciérnaga se pueden encontrar cerca de 150 referencias, aunque expuestas, físicamente, solo hay 60. "La pandemia y las restricciones nos han afectado muchísimo, obligándonos a trabajar con la mercancía que teníamos en stock. Sin embargo, en un plazo de tres semanas recibiremos nuevos pedidos", añade.

Objetos "útiles, pero con mucho diseño"

El cofundador de Luciérnaga admite que tienen artículos "meramente decorativos", aunque la mayoría de ellos poseen una "función real". Por lo tanto, además de darle un plus "personal" a cualquier rincón de nuestra casa, tienen algún uso doméstico. Además Caizergues cuestiona: "¿Cuántas veces hemos dado mil y una vueltas en busca de ese regalo no visto que deje boquiabierta a esa persona especial para nosotros? Una de las tareas a las que dedicamos más tiempo es la selección de objetos poco vistos, con mucho color y diseño, pero que puedan funcionar en nuestra tienda". E insiste: "Buscamos ser originales, pero no alocados. La clave está en el equilibrio: objetos contemporáneos y atemporales. Que no pasen de moda tres o cuatro años después".

Y es que en Luciérnaga hacen un guiño a otras culturas, como los jarrones inspirados en las dinastías chinas Ming y Yuan. "Son dos de mis preferidos. Como he estudiado diseño industrial, soy consciente del grado de complejidad y dificultad que supone crear algo así. Estos jarrones de melamina funcionan como dos en uno: por fuera, tienen una función decorativa; por dentro, guardan y apilan ensaladeras, platos y cuencos ajenos a las miradas de tus invitados".

Lo que más se vende

Entre los top ten en ventas destacan los tapones de cerámica con los que evitar que se oxiden las botellas de vino abiertas; las medusas pisapapeles; las fundas para ipad y ordenadores, estuches y monederos de la firma Wouf, con taller en el barrio del Poblenou (Barcelona) y los cuadernos de notas. En Luciérnaga tienen varias colecciones de estampados Wouf, con dibujos de amapolas, hojas tropicales y leopardos.

Ideas para los más "manitas"

Desde hace algún tiempo, está de moda el Do it Yourself, o DYT (hágalo usted mismo en inglés). Para los más "manitas" hay un montón de ideas en Luciérnaga. Como las pegatinas transparentes, de Alemania, que se colocan sobre cualquier superficie lisa (azulejos, botellas, ventanas, ordenadores o pantallas de lámparas, por poner algunos ejemplos). "Aunque son ilustraciones impresas sobre un material plástico, nos encanta la calidad y la resolución de estas pegatinas. Los dibujos plasman hasta el mínimo detalle. Es hiperrealismo puro", compara.

Otras opciones son los móviles que se pueden colgar del techo o sobre cualquier pared, las figuras troqueladas en tres dimensiones de árboles, flores, insectos, mariposas, pájaros, caballos e incluso elefantes, en cartón o madera, estos últimos más resistentes si hay niños pequeños en casa.

Homenaje a Frida Kahlo

Personajes célebres-como el pintor y escultor Salvador Dalí, el diseñador de moda Christian Lacroix y la pintora Frida Kahlo tampoco podían faltar en este singular establecimiento. En el caso de Frida abundan todo tipo de objetos (libros, postales, ilustraciones, llaveros, cuadernos de notas, etcétera) que rinden homenaje a la artista. "Es que mi socio, Marcelino, es mexicano. Además, Frida representa a la mujer empoderada y luchadora, y eso atrae a mucha gente. Aparte, su iconografía es muy poética, entre naÏf y barroca. Todo lo que tiene que ver con Frida también está entre nuestra lista de los 10 artículos más vendidos", reconoce.