La naturaleza es inmortal y nos precede sin nuestra intervención, sin la intromisión humana. Y, quizás lo más bonito sea precisamente eso, que, a pesar de nuestra lucha por irrumpir en los escenarios naturales, y más bien suyos, al final, la naturaleza siempre gana. Este es el discurso de conciencia ecológica ...
La naturaleza es inmortal y nos precede sin nuestra intervención, sin la intromisión humana. Y, quizás lo más bonito sea precisamente eso, que, a pesar de nuestra lucha por irrumpir en los escenarios naturales, y más bien suyos, al final, la naturaleza siempre gana.
Este es el discurso de conciencia ecológica que Jonathan Jiménez, alias Jonk, quien se dedica a la fotografía artística de paisajes abandonados. Inspirado en un documental sobre la vida silvestre que vio cuando era tan solo un niño, este artista, con sede en París, viaja por todo mundo en busca de estructuras artificiales que han sido abandonadas y recuperadas por el entorno natural.
Durante sus primeros años, Jonk estuvo interesado en el paisaje urbano y en los artistas grafiteros, quienes a menudo acudían a lugares inhóspitos y abandonados a plasmar su arte sin interrupciones para poder probar y experimentar con murales más grandes. De esta forma, él mismo pinta y por ello se apoda bajo el pseudónimo de Jonk. Sin embargo, más allá del grafiti, lo que le hace abrir los ojos es la intensidad de las atmósferas y la belleza del espectáculo del paso del tiempo: el óxido, la descomposición y el pelado de paredes pintadas, las ventanas rotas, y la naturaleza que se hace cargo de todo ello y recrean paisajes increíbles, y altamente fotogénicos. Y es que, para este artista, tales paisajes se sienten como poesía infinita.
Y así lo plasma en su proyecto más vital, denominado Naturalia I: Crónica de las ruinas contemporáneas, un trabajo que pretende cuestionar el lugar del hombre en la tierra y su relación con la naturaleza, un concepto que el propio artista describe como: "Lejos de ser pesimista, y en un momento en que la dominación de la naturaleza por parte del hombre nunca ha sido tan extrema, tiene como objetivo despertar nuestra conciencia. El hombre construye, el hombre abandona. Cada vez por sus propias razones peculiares. A la naturaleza no le importan esas razones. Pero una cosa es segura, cuando el hombre se va, la naturaleza vuelve y se lo lleva todo", comenta Jonk.
Plantas enredaderas que crecen y avanzan sin cesar, yedras, árboles etcétera, se entremezclan entre los ladrillos y los materiales de lo que fuera un teatro, ya en ruinas, o en instalaciones médicas abandonadas y hasta parques de atracciones cuyas máquinas se han convertido en un amasijo de hierros oxidados.
Naturalia I se expuso el año pasado en el Museo de André Planson en París, y ahora, el artista vuelve con la segunda serie denominada Naturalia II; la cual ha plasmado en un libro con un total de 221 imágenes tomadas a través de 17 países que enmarcan la próspera vegetación que se arrastra de forma escurridiza a través de los hormigones astillados y la arquitectura decadente.
Desde esvivir.com os dejamos con una selección de la obra de Jonk (Naturalia I y II) que esperamos que disfrutéis un montón ¡resultan maravillosas!