Los cuatro componentes de la autoestima son el autoconcepto, la autoimagen, el autorrefuerzo y la autoeficacia. Todos deben estar en niveles adecuados para disfrutar de una autoestima sana.

La autoestima interviene en todos los ámbitos de tu vida. Las personas con una autoestima alta rinden más en los estudios, les resulta más fácil hacer amigos, son más felices, les cuesta menos enfrentarse a los errores, decepciones y fracasos, e insisten hasta que consiguen lo que desean.

La autoestima depende de la medida en que nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros y en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos. La mayor influencia procede de los hechos que marcaron nuestra infancia, de las relaciones con nuestros padres, profesores o amigos.

Los problemas de autoestima los tenemos todos en determinados momentos de la vida, especialmente durante la adolescencia. Los factores causales más influyentes serían: cómo nos ven o nos tratan los demás, cómo nos vemos a nosotros mismos y las expectativas poco realistas.

Como la imagen que tenemos de nosotros mismos va cambiando a lo largo del tiempo, la autoestima no es algo fijo. Si sientes que tu autoestima no es todo lo alta que debería ser, puedes mejorarla. Si quieres mejorar tu autoestima, te proponemos:

1-Olvidar los pensamientos negativos sobre ti mismo. Piensa en aspectos positivos que contrarrestan los negativos. Anota a diario en un cuaderno algo sobre ti que te haga sentir feliz.

2-Sustituye tus objetivos por valores. Cuando los valores marcan la dirección no damos importancia a los objetivos no cumplidos.

3-Renuncia a la perfección. No puedes ser bueno en todo.

4-Identifica tus fortalezas. Cada uno posee una serie de cualidades, características innatas, fortalezas o puntos fuertes que son habilidades que se le dan especialmente bien. La autoestima se reduce cuando no crees que las tienes o no logras identificarlas.

5-Piensa que los errores son oportunidades de aprendizaje. Perdónate a ti mismo y practica la autocompasión

6-Asimila que las aptitudes están en constante desarrollo, y que cada uno sobresale en aspectos diferentes. No todos podemos ser buenos pintores, aunque practiquemos.

7-Piensa en los demás. Proyecta tu atención hacia fuera y deja de pensar continuamente en ti y en tu malestar.

8-Prueba algo nuevo. No mantengas el círculo vicioso de que todo te va mal en lo que estás intentando hacer. Aprende.

Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus capacidades, habilidades y logros. Las personas con baja autoestima sienten que no gustarán a nadie, que nadie los aceptará y que son malos en todo.

Siempre es posible construir una autoestima positiva y sana. No lo dejes pasar porque, simplemente intentarlo, mejorará tu autoestima. Si necesitas ayuda profesional acude a un especialista y sigue sus indicaciones. Te ayudará a quererte a ti misma y a reconocer lo que te convierte en especial y única.