Llenas de vitaminas, muy hidratantes y, por supuesto, deliciosas, las frutas de la temporada de verano nos llenan la vida de color. A la vez que suponen la mejor opción para combatir el calor y protegernos de esas altas temperaturas que nos esperan en los próximos meses. Así que, no debes dejar pasar la opción de incluirlas en tu cesta de la compra. Porque además de ser muy refrescantes, aportan todo el agua, las vitaminas y los minerales que el organismo necesita en este época. De tal manera que nos ayudan a reducir la sensación de calor, saciar el apetito y nos aportan la fibra suficiente para una buena regulación intestinal.

¿Y qué fruta es característica de cada mes? Pues mira, las frutas de junio son el albaricoque, la cereza, la frambuesa, la fresa y la sandía, aparte de la picota y la cereza. En el mes de julio podremos tomar frambuesas, fresas, melocotón, melón, moras o nectarina. Mientas que en agosto nos esperan los higos, además de melón, sandía, moras y nectarinas.

Destacar, también, que las frutas están compuestas en un 75-95% por agua, así como una elevada cantidad de hidratos de carbono (aunque depende de cada clase de fruta), mientras que tienen muy pocas proteínas y grasas.

Refrescantes y sabrosas

El verano nos proporciona una gran cantidad de frutas muy refrescantes, coloridas y, sobre todo, sabrosas. Vamos a conocer los beneficios de algunas de ellas.

- Sandía: sin duda, la más famosa, junto con el melón, de las frutas de verano. Es una de las frutas con mayor contenido de agua (93%) y un menor valor calórico, por lo que resulta la fruta perfecta para combatir la sed.

- Ciruelas: ricas en nutrientes, fibra dietética y sorbitol, ayudan a regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento. También son ideales para mantener el corazón sano, prevnir los niveles de presión arterial y la diabetes tipo 2.

- Melón: la segunda fruta estrella del verano, contiene propiedades diuréticas, laxantes y es beneficioso para el sistema nervioso y muscular, gracias a su elevado contenido en potasio.

- Níspero: con gran cantidad de antioxidantes, fibra y vitaminas, el níspero tiene numerosos beneficios sobre nuestro organismo.

- Cerezas: ayudan a prevenir enfermedades cardíacas, a la vez que es considerada una "súper fruta" debido a la cantidad de antioxidantes, vitaminas y melatonina que incorpora.

- Albaricoque: para los niños es fundamental comer esta fruta, ya que ayuda al crecimiento óseo e, incluso, para su sistema nervioso. Posee poder laxante y proporciona calcio, magnesio, potasio, numerosos antioxidantes, vitaminas y minerales.

- Manzana: gran fuente natural de fibra soluble, la manzana es un desintoxicante del hígado, por lo que ayuda a mantener estables los niveles de colesterol y glucosa sanguíneos.