De tacón bajo, de tiras finas o anchas, alpargatas, romanas, chanclas, con kitten heels… Da igual el tipo de sandalias que estrenes este verano porque es bastante probable que en las primeras puestas te dejen los pies como un ecce homo, es decir, llenas de rozaduras y/o ampollas. Este sufrimiento ...
De tacón bajo, de tiras finas o anchas, alpargatas, romanas, chanclas, con kitten heels… Da igual el tipo de sandalias que estrenes este verano porque es bastante probable que en las primeras puestas te dejen los pies como un ecce homo, es decir, llenas de rozaduras y/o ampollas. Este sufrimiento a cada paso no es exclusivo de determinada tipología de pie o modelo de calzado; está causado habitualmente por el material con el que está diseñada la sandalia.
Es una cuestión muy lógica: en verano, los zapatos los solemos usar sin calcetines o medias. Con lo cual, el material de las suelas, las tiras de las sandalias, la hebilla para abrocharlas y cualquier otro elemento del diseño, están en contacto directo con la piel. Cuánto más sintético sea el material o el tejido con el que está diseñado el calzado, peor transpirará el pie, de manera que muchas ampollas o rozaduras están causadas por la sudoración y el roce de piel muy sensible y delgada que normalmente va protegida, como la del tobillo, con materiales plásticos.
Además, seguro que alguna vez has sufrido metatarsalgia ¿No reconoces este problema? Seguro que la cosa cambia si hablamos del dolor en la planta del pie causado por el roce de sandalias con suelas rígidas y duras al andar, y que en ocasiones incluso acaba en ampollas y callos.
Y otra tercera causa a tener en cuenta para evitar las ampollas es la elección correcta de la talla de nuestros zapatos. Parece de perogrullo, pero en la práctica no es tan obvio: según un estudio realizado por el Colegio de Podología de Reino Unido, la mitad de las mujeres no usa su talla de calzado correcta. Algo tan tonto te puede causar un rozadura monumental, ya sea porque el pie no esté bien sujeto, o porque una tira o la puntera del zapato te apriete demasiado.
Así pues, y siempre en la medida de lo posible, lo más efectivo será apostar por unas sandalias de piel o elaboradas con materiales más naturales y menos elementos sintéticos. Recuerda que no tienen por qué ser de piel de animal. Marcas como Yokono, Genius, Alohas, Duuos o Ecoalf confeccionan sus maravillosos diseños en piel vegana.
En el caso de que sucumbas a esas sandalias de Inditex tan monas y tan sintéticas, antes de estrenarlas te recomendamos que las humedezcas un poco, consiguiendo así que el material se flexibilice. Igualmente, puedes aplicar vaselina en las partes del zapato que vayan a estar en contacto con las zonas del pie más sensibles a que te salgan ampollas o rozaduras, como el talón o el dedo meñique.
Existen, del mismo modo, unas plantillas adhesivas de farmacia con las que podrás andar todo lo que quieras con tu sandalias nuevas sin que la planta del pie se resienta con la dichosa metatarsalgia, porque amortiguan el impacto de la pisada.
¡Estrenar sandalias dejará de ser un suplicio!